“En solo tres horas se ha perdido todo. El fuego acabó con todo”. Estas eran las palabras pronunciadas por el dueño de unas de las naves afectadas por el impresionante incendio ocurrido en la pasada madrugada en el polígono industrial de O Rebullón, en Mos. En total el fuego calcinó cinco naves y dañó a otra, a consecuencia de la humareda y del agua procedente de las labores de extinción.

El suceso tuvo lugar poco después de las 04.00 horas de la madrugada del domingo. Una imponente humareda tiñó rápidamente el cielo y las alarmas antiincendios de las instalaciones fueron las que dieron aviso a los propietarios, muchos de los cuales se reunieron ayer frente a lo que quedaba de sus negocios, consolados en buena parte por trabajadores de las fábricas .

Embalajes, productos textiles como cojines y alfombras, piezas de automoción y múltiple maquinaria se almacenaba en las naves destruidas. Las compañías cuyas instalaciones fueron afectadas son un total de seis, a saber: Sermain (venta y alquiler de carretillas elevadoras), Exclusivas Tombo, Transportes García Guisado, Transpais (servicios logísticos), Correialar (comercio y distribución de textil y complementos del hogar) y Barreiro Embalajes.

A pesar de lo cuantioso de las pérdidas materiales, no hubo que lamentar heridos ya que las instalaciones se encontraban vacías. “Todos están destrozados, es muy triste, calamitoso, no ha quedado nada, ninguna de las empresas puede plantearse volver a corto plazo”, afirmó la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, personada en la zona junto a miembros de la Xunta de Galicia. Precisamente el gobierno gallego tuvo que activar el Plan Territorial de Emergencias de Galicia (nivel 1 del Platerga) por la magnitud de la intervención.

Este está formado por los bomberos de Vigo, Morrazo, Porriño y Ribadumia, y los GES (Grupo de Emergencias Supramunicipal) de Mos y Val Miñor. Además, también se sumaron a la ayuda el personal de Protección Civil de Mos; el Grupo de Apoyo Logístico de la Axega (GALI), que trasladó un camión cisterna con una capacidad de 25.000 litros y efectivos de bomberos de Valença.

Causas

El incendio está siendo investigado por la Guardia Civil, que desplegó ayer varios agentes en la zona así como la unidad de drones que sobrevoló la nave para captar imágenes que acompañen al informe. Fuentes del Instituto Armado explicaban que todavía es pronto para precisar las causas del incendio, si bien los empresarios apuntaban a un posible cortocircuito en la zona de oficinas. “Puede ser una regleta o cualquier instalación eléctrica; es lo único que podría iniciar un fuego. Tampoco había nada inflamable”, apunta uno de los responsables de la firma afectada.

Las primeras hipótesis apuntan a que el fuego se inició entre las naves de Transportes García Guisado –a la que los bomberos no pudieron acceder, solo por el tejado– y Correialar, que quedaron completamente calcinadas. Los bomberos, tras dar por controlado el fuego poco después de las 10.00 horas de la mañana salvo algún foco aislado revisaban también la estructura de las naves industriales.

Y es que todos los techos se habían venido abajo así como parte de las paredes, aunque no se precisó si será necesario demolerlas por completo.

Impresiones

Varios de los empresarios recordaban los años que llevaban en las instalaciones aunque no se atrevían a hacer balance de las pérdidas. “Llevamos aquí desde el 1997, casi 25 años, que se dice pronto”, rememoran. “Ahora, cuando se pasen unos días habrá que empezar a hacer balance. Porque había mucho material dentro, productos ya para entregar que estaban almacenados. A ver cómo se tasan. Y luego que las facturas y todos los documentos estaban también en las naves. Es un faena”, lamentaban.

La responsable de Correialar, acompañada por familiares se personó en la zona también visiblemente emocionada. “Fue la alarma de incendios la que nos avisó y ya nos vinimos para aquí. Creemos que el fuego se inició en la nave de al lado y pasó para la nuestra. Había muchísimas alfombras, cojines... ardió todo”, contaba apenada.

En total, se estima que en las instalaciones afectadas trabajaban en torno a 100 empleados. A media tarde de ayer, la Xunta desactivó el plan Platerga por la mejora de las condiciones. Efectivos de bomberos recomendaban no acceder todavía al interior de las naves por precaución ante posibles derrumbes.