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La escasez de lampreas en el río Miño dispara su precio

Los restaurantes tienen dificultades para abastecerse y sube en carta de 50 a 100 euros

José Luis Morais en su vivero de lamprea en A Guarda. | // ANXO GUTIÉRREZ

Las lampreas escasean en el Miño. Los consumidores las demandan como cada temporada, de enero a mayo, y los restaurantes tienen dificultades para abastecerse. De ahí el encarecimiento de este plato en la carta, que ha pasado de 50 a 100 euros la pieza en muchos restaurantes en las últimas semanas.

Muchos pescadores atribuyen la ausencia de lampreas en el Miño al bajo caudal por la carencia de lluvias entre noviembre y enero, sin embargo, algunos achacan también esta sequía a un desajuste en el ciclo reproductivo. “En años anteriores quizás se pescó demasiado en esta parte del Miño y no se permitió que las lampreas subiesen el río para desovar”, explica un experto de esta especie.

Febrero ha sido todavía peor que enero para la pesca de lamprea. Muchos de los 78 pescadores gallegos que tienen licencia desde Tui hasta la desembocadura en A Guarda, vuelven a la orilla muchas mareas sin un solo ejemplar.

De Tui a A Guarda faenan un total de 78 pescadores

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La temporada de pesca comenzó en esta parte baja el pasado 3 de enero y se extenderá hasta el 16 de abril. Tras dos meses de pesca, las capturas han bajado, en lugar de subir. Algunas embarcaciones, en su mejor jornada, llegan a sumar seis lampreas; una cifra ínfima para ellos, teniendo en cuenta que en campañas anteriores llegaban a pescar hasta un centenar de lampreas por jornada.

Consecuentemente se están produciendo “dificultades para abastecer a todos los restaurantes, porque no hay suficientes” señala José Luis Morais, un viverista de A Guarda. Su precio se ha disparado. “Están en la lonja a unos 50-60 euros, por lo que los restaurantes las tienen en carta a unos 100 euros” explica.

Algunas embarcaciones reúnen 6 piezas en su mejor jornada cuando lo habitual sería pescar un centenar

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La demanda dispara el precio. “Hace unos años había tantas lampreas que llegaban a venderse a 7 y 8 euros”, recuerda Morais, quien explica que “la lamprea que se pesca en esta parte del Miño se suele dejar 4 o 5 días en el vivero para que se endurezca, sin embargo, este año es imposible aguantarla tantos días porque a los restaurantes les urge”, comenta.

En embarcaciones y con redes “lampreeiras” que flotan, los pescadores de esta parte baja del Miño barren el río en dos mareas al día. De ahí que cada temporada sus capturas sean mucho mayores que las registradas en la parte alta del río, donde en las pesqueiras, de Salvaterra, As Neves, Arbo y Crecente, muchos pescadores aún no se han estrenado este año.

El comandante naval del Miño, Pablo Redondo, confirma el descenso de capturas y su consecuente aumento de precio. Algo similar ha ocurrido con la angula, cuya temporada, de noviembre a enero, ya ha finalizado. “Al haber menos, la demanda hizo que su precio subiese y en Navidad se vendió a más de 550 euros el kilo”, recuerda.

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