El Partido Popular de Porriño ya no tendrá problemas para mantener la alcaldía hasta las próximas elecciones municipales, en mayo de 2023. La estabilidad se la ha dado la semana pasada la hasta ahora número dos del PSdeG-PSOE, Lourdes Moure, al solicitar abandonar la disciplina de su formación y ser no adscrita, convirtiéndose en tránsfuga.
Fuentes socialistas indicaron que la edil porriñesa tenía conocimiento desde hace semanas del interés de la cúpula socialista provincial en presentar una moción de censura que devolvería a la izquierda el gobierno de Porriño y, de esta forma, rentabilizar las inversiones promovidas por el PSOE en la localidad. Sin embargo, la edil decidió hacerse a un lado en una operación que blinda a Alejandro Lorenzo al frente del gobierno local.
Ya en el mes de diciembre, Moure facilitó la entrada de Lorenzo al negarse a aceptar que otro compañero de la candidatura socialista fuese investido alcalde. El problema no era tanto del PSdeG-PSOE, que sí aceptaba que Moure ocupase la alcaldía, sino de los partidos con los que había que negociar y el veto de UDDL. El propio David Regades, secretario xeral del PSOE provincial, intentó que este partido, que apoyó en dos ocasiones la investidura de Eva García de la Torre, variase su postura y aceptase a Moure pero no lo logró, pues culparon a Moure de la decisión de la exalcaldesa de expulsarlos del gobierno.
Desde el PSOE local recuerdan las emotivas palabras de Eva García de la Torre, posteriormente fallecida, en la asamblea local, pidiendo a su compañera Moure que diese paso a David Alonso como única posibilidad de continuar en el gobierno, que no fue tenida en cuenta.
La nueva situación permitirá que el PP pueda sacar adelante la mayoría de los asuntos solo con que esta edil o cualquier otro u otra se abstenga, ya que solo el voto en bloque de toda la oposición, incluida la nueva tránsfuga, podría evitar que los temas promovidos por el gobierno local saliesen adelante. El voto de calidad del alcalde permitirá que muchos asuntos se aprueben.
El hecho de abandonar un partido político quedándose con el acta (paso a no adscritos) no era considerado transfuguismo inicialmente, pero en septiembre de 2020 se incorporó al pacto, a través de la III adenda, decidiendo declarar tránsfugas a los y las representantes locales, autonómicos y estatales que, “traicionando al sujeto político (partidos políticos, coaliciones o agrupaciones de electores) que los y las presentó a las correspondientes elecciones, hayan abandonado el mismo, hayan sido expulsados o se aparten del criterio fijado por sus órganos competentes”.
