¿Volverá a quedarse Baiona sin Arribada este año? La pregunta asalta a numerosos vecinos y asiduos de la fiesta de interés internacional de la villa, pero también a sus dirigentes políticos y agentes sociales. Los datos de la pandemia empujan al pesimismo tras cancelarse finalmente la cita el año pasado después de un intento de aplazarla de marzo a septiembre. Aunque el número de contagios ha perdido algo de velocidad –con 151 casos diagnosticados en los últimos 7 días y 499 en los últimos 14, según los datos que ayer ofrecía el Sergas–, está pendiente el pico de contagios posterior a las navidades, previsto para mediados de mes, según las autoridades sanitarias gallegas. El panorama desata las dudas en el gobierno municipal y la balanza parece inclinarse inicialmente hacia la suspensión. El alcalde, Carlos Gómez Prado, ve “difícil” que la celebración pueda llevarse a cabo, pero en todo caso la decisión, aseguró ayer, se tomará de acuerdo con los colectivos del municipio.
El alcalde ve "difícil" celebrarla el primer fin de semana de marzo, "por responsabilidad"
En los próximos días, prevé reunirse con representantes de la Asociación de Comerciantes e Empresarios (Aceba) y con entidades culturales y deportivas. Los hosteleros por un lado y las asociaciones que recaudan fondos en el mercadillo histórico, por otro, son inicialmente los sectores a los que más afecta el asunto. “Entre todos tomaremos una decisión antes de finalizar la semana que viene”, aseguraba ayer el regidor, que apuesta por la prudencia.
“No digo que será imposible hacer la Arribada, pero teniendo en cuenta lo que supone en cuanto a inversión y tiempo que se necesita para la organización es complicado”, destaca el alcalde, que insiste en que “tenemos que ser cautos y tomar una decisión lo más rápido posible”. Es precisamente la jornada siguiente a la de Reyes, tal día como ayer, cuando el Concello pisa el acelerador en la preparación del su evento más multitudinario. En esta ocasión, la puesta en marcha se retrasa ante la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia. “Es una situación compleja. Puede ser que la incidencia baje, pero también puede aparecer una nueva cepa más contagiosa o más grave”, advierte.
