Se llama Max y es un ejemplar juvenil macho de foca gris que lucha por su vida en la UCI de la Coordenadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (CEMMA). Los técnicos del servicio lo trasladaron el lunes a sus instalaciones de Nigrán tras aparecer deshidratado y agotado en el río de A Fraga, en Baredo.

En plena temporada de acercamiento de estos mamíferos a la costa gallega, Max, de 1 metro de largo y 17 kilos, logró remontar cien metros río arriba.

Los cachorros de focas grises llegan a Galicia entre los meses de diciembre y febrero desde las colonias del norte de Europa, sobre todo de las islas Británicas, con pocas semanas de vida. "Son muy inexpertos y el cansancio que traen hace que bajen a las playas a descansar o pasar la noche", explican desde la CEMMA.

La Coordinadora ofrece una serie de recomendaciones si se avista un ejemplar de esta especie:

  • No acercarse al animal para evitar molestarlo y que tenga que alejarse de nosotros gastando energías. Además, puede mostrar una respuesta agresiva, por lo que hay que mantener una distancia prudente.
  • No bloquearle una salida hacia el mar.
  • Mantenerse en silencio, ya que gritos y barullo lo pondrán en estado de alerta.
  • Si se va en compañía de un perro, atar al can y evitar que se le acerque o ataque.
  • Avisar cuanto antes al 112 o al teléfono del CEMMA (686 989 008) y seguir las indicaciones.