Tomiño está de luto tras el fallecimiento el pasado domingo a los 88 años el profesor Manuel Garcés Estévez, que además da nombre al Centro Rural Agrupado (CRA) de este municipio desde hace dos décadas. Manuel Garcés fue maestro en Mougás (Oia), en Pías (O Rosal), Amorín (Tomiño) y se jubiló en la parroquia de Estás después de ejercer durante 27 años en la pequeña escuela de la Fundación Peirópolis, construida gracias al benefactor Abdón Alonso. La escuela de Estás, en la que también dio clase su padre, es uno de los ejemplos de “escuelas indianas” o de la emigración que fueron construidas gracias a la filantropía de los que cruzaron el océano en busca de una vida mejor.

Manuel Garcés dedicó 59 años de su vida a la enseñanza en un momento además en el que los colegios rurales acogían entre sesenta y setenta alumnos de todas las edades. Aquellos escasos años de escolarización rural eran la única oportunidad para muchos niños de tener alguna formación. La figura del profesor era un referente, una persona a respetar, y eso es lo que fue precisamente Manuel Garcés, que guardaba escrupulosamente los cuadernos con las notas de generaciones de alumnos de Tomiño y Oia a los que reconocía por nombre y apellidos.

Casado con la vecina de Estás Argentina Martínez Gómez, la vocación de la enseñanza le vino de su padre Domingo Garcés, figura clave en su vida. Domingo Garcés fue el encargado de que Manuel preparara por libre tanto el bachillerato como luego la carrera de Magisterio, yendo a examinarse a Vigo y a Pontevedra, como muchos de los profesores de aquella época.

Persona de profundas convicciones morales, fue un profesor querido y admirado por sus vecinos. Formó a varias generaciones de tomiñeses gracias al cuidado y el mimo con el que trató a todo lo que tenía que ver con la escuela. Y en la parroquia de Estás se conserva una pequeña aula museo que guarda material didáctico, bibliográfico y documental de los años treinta, desde expediente académicos de varias generaciones hasta libros de las misiones pedagógicas o mapas de la época.

La parroquia de Estás y muchos vecinos de quien fue profesor, así como el propio Concello de Tomiño, lamentan la pérdida y reconocen en Don Manolo, como se le conocía popularmente en el municipio, a un hombre apasionado por la enseñanza y una buena persona que dejó una profunda huella en la vida de cientos de niños que pasaron por sus aulas durante tantas décadas.