La vía verde de Chapela ya es una realidad. El antiguo trazado ferroviario que atravesaba la parroquia redondelana se ha transformado en un espacio de ocio y esparcimiento en el que los vecinos disfrutan de un marco idóneo para el paseo, la práctica del deporte y la vida saludable. La senda, además de rematar con la histórica división de Chapela por la línea férrea, dota de contenido al antiguo apeadero, un espacio en el que se ha abierto una plaza que conecta las dos zonas urbanas.
Los trabajos de la senda verde, que contaron con un presupuesto de 778.000 euros, se iniciaron el pasado mes de mayo en el viaducto de Catro Pontes, en el límite con el término municipal de Vigo, permitiendo la creación de una vía para peatones y ciclistas de 1,6 kilómetros de longitud que remata en la zona de la estación de Chapela. Este lugar, que permanece infrautilizado desde hace una década cuando se suprimió el ferrocarril hasta la estación viguesa de Urzáiz, acoge ahora una gran plaza pública, como nuevo centro neurálgico de la zona urbana.
La alcaldesa redondelana, Digna Rivas, que recorrió parte del trazado acompañada por la concejala de Urbanismo, María Castro, y responsables de la empresa que ejecutó el proyecto, expresó su satisfacción por el resultado de la actuación. “La senda verde es un paso más en el camino de la recuperación ambiental del municipio y supone un ejemplo de recuperación de espacios para la ciudadanía”, afirmó.
El trazado, que en gran parte de su recorrido es un auténtico “balcón sobre la ría”, cuenta con una amplia vía de uso compartido para peatones y ciclistas, zonas de descanso con bancos, fuentes, aparcamiento de bicicletas y vegetación. Para la regidora, el nuevo espacio “no solo tiene importancia como elemento reductor de la contaminación y dinamizador de una vida saludable, sino como forma de poner en valor, a través de un espectacular paseo peatonal, nuestro patrimonio medioambiental, cultural, arquitectónico e histórico”.
Rivas se mostró muy satisfecha por el remate de un trabajo “que pone fin a una división física, tan ilógica como injusta, de la parroquia de Chapela” y es capaz de convertir un espacio degradado desde el punto de vista urbano “en un lugar de reunión y disfrute para los vecinos”.
A lo largo del trazado se crearon tres puntos de acceso adaptados para personas de movilidad reducida, aunque también hay otros puntos en los que se puede entrar en la senda en las intersecciones con los caminos que salpican el recorrido.
Continuidad hasta Vigo
El nuevo paseo tendrá continuidad en los próximos meses hasta el nuevo centro comercial Vialia, en la antigua estación de Urzáiz, cuando se concluyan las obras de los seis kilómetros de trazado que acomete el Concello de Vigo por la antigua vía por su término municipal.
La senda verde está cofinanciada por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desenvolvemento Rexional (Feder), que aporta el 80% del presupuesto dentro del Programa Operativo Feder Plurirrexinal (POPE) 2014/2020, enmarcado dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible. El 20% restante del coste de la actuación se financió con cargo al presupuesto municipal.