La pandemia ha obligado a desatar la creatividad en muchos sectores para intentar mejorar la seguridad en su día a día y cumplir con las medidas recomendadas por las autoridades sanitarias para evitar contagios. Y una de las ideas más originales está impulsada por la Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA) del IES Antón Alonso Ríos de Tomiño. Y es que han ideado un aula exterior, en los jardines del centro, con todos los elementos para poder impartir clase si las condiciones meteorológicas lo permiten y también para organizar algún acto (el aula está ubicada junto a las gradas del centro).
Lo más característico son los asientos para los alumnos, elaborados a partir de troncos de encinas de tipo duro, a los que se les quitó la corteza y se sometió a un tratamiento para que no se desgasten por la lluvia. Además, para dotarlos de estabilidad, estos originales asientos se sustentan cada uno de ellos en una base de hormigón. Entre cada uno de ellos hay la distancia de seguridad necesaria para evitar contagios en estos tiempos todavía de pandemia.
El aula cuenta con una plataforma central, realizada también de madera, donde se ubicaría el profesor, que tiene también una pizarra de aluminio enmarcada en madera. Toda el material se le ha encargado a un maderero local de la parroquia de Sobrada, que aconsejó sobre cuáles eran las mejores opciones para este proyecto, y la forma al mobiliario se la dio un carpintero también de Tomiño. Todo queda, por tanto, en este municipio del Baixo Miño. Esta clase ubicada en plenos jardines del centro educativo tomiñés está ya finalizada y está ahora a la espera de la inauguración oficial.
El coste total del aula exterior asciende a unos 5.000 euros y ha estado financiada por el Concello de Tomiño, el instituto y la ANPA del centro educativo. Además, recientemente también se han colocado mesas de madera similares a las de los campamentos donde los alumnos pueden comer durante sus ratos libres.
