Dos importantes obras de seguridad viaria demandadas por los vecinos y vecinas de Mos durante años comenzarán a ejecutarse en el primer semestre de 2022, tal y como informó la alcaldesa, Nidia Arévalo, ayer, en junta de portavoces tras una reunión mantenida la semana pasada en la Demarcación de Carreteras del Estado en Pontevedra. Se trata de la pasarela peatonal de Ameirolongo, en Sanguiñeda, y la intersección en la zona de O Tabaldo, en Louredo; ambas en la carretera Nacional 550.
Sobre la pasarela peatonal de Ameirolongo, de la que ya fue publicado el arranque de la contratación de la misma en el BOE hace más de un mes, el Concello realizó todos los trámites de cesión de terrenos y ahora solo queda que desde el Ministerio le den su aprobación.
Por otro lado, respecto a las obras de la intersección en O Tablado, el Concello presentó alegaciones en 2019 sin obtener respuesta por parte de Fomento, pero, según informó ayer la alcaldesa, “de la reunión mantenida la semana pasada se extrae la conclusión y el compromiso por parte del Gobierno de aceptar todas las propuestas presentadas por la administración mosenese”. La obra está presupuestada en 700.000 euros, a lo que el propio director de la Demarcación de Carreteras le dio el visto bueno.
Demandas históricas
Por lo tanto, parece que Fomento reanudará por fin ambos proyectos, demandas históricas que llevan años comprometidas por el Gobierno central. Las dos actuaciones mejorarán la seguridad viaria al localizarse en puntos peligrosos tanto para peatones y peregrinos como para conductores.
En el caso de la intersección de la N-550 en Louredo, existe un proyecto de remodelación de la misma que permite el giro a Pombal, Pantaño y San Gregorio en ambos sentidos. Mientras que el proyecto de Sanguiñeda consiste en la histórica reclamación de una pasarela peatonal que cruce el nudo de Ameirolongo, y que enlace el punto kilométrico 306 de la A-52 con la N-550, zona donde se encuentran situadas varias superficies comerciales. Esta actuación fue comprometida hace años por el Ministerio de Fomento y valorada en 130.000 euro. Aunque contaba con el proyecto aprobado, el permiso de Patrimonio y la cesión de los terrenos por parte del Concello de Mos, nunca se llegó a ejecutar.
