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Se vende por 3,2 millones la última villa balneario vacía de Baiona

El “banco malo” oferta la finca Villa Sol, una parcela de 6.106 metros cuadrados con casona de cuatro alturas construida en 1903

La casona Villa Sol, en pleno centro de Baiona, con la bahía al fondo. // Marta G. Brea

El desaparecido balneario de la playa de A Concheira fue el germen del turismo baionés. Decenas de visitantes llegados desde diversos puntos de España, sobre todo de la capital, acudían desde finales del siglo XIX atraídos por las propiedades de sus aguas yodadas. Algunos de los más adinerados eligieron la villa para pasar sus vacaciones de manera permanente y para ello construyeron las primeras villas de veraneo en el entorno. Un conjunto de casonas de arquitectura similar a la indiana entre las céntricas calles Ramón y Cajal y Tomás Mirambell protegidas por su interés patrimonial, que se mantienen en su mayoría en buen estado de conservación, unas como residencia como “El Gurugú” y otras como establecimientos de hostelería como Villa Rosa o Villa Zoila. La única deshabitada es Villa Sol y su deterioro tras años de abandono requiere reforma. Está en manos del “banco malo”, como se conoce popularmente a la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), y se vende por 3,2 millones de euros.

Empresas de hostelería han mostrado interés en la operación

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Construida en 1903, es la más grande de todas aquellas llamadas villas balneario. Su finca mide 6.103 metros cuadrados y alberga la casona, de cuatro alturas y 1.053 metros cuadrados construidos, además de un enorme jardín con hórreo y estructuras auxiliares.

Vista de la finca Villa Sol, de más de 6.106 metros cuadrados, con la casa, el hórreo y construcciones auxiliares. // Marta G. Brea

La inmobiliaria Amigo se encarga de buscarle comprador desde hace algo más de un año. Han sido varias las empresas y particulares que se han interesado por la propiedad, “fundamentalmente para convertirla en negocio de hostelería”, explica el gerente de la agencia, José Luis Amigo. Pero sigue en venta. La propiedad ha rebajado ya el precio en 600.000 euros en los últimos meses para tratar de atraer inversores, pero sigue siendo alto, a 3.039 euros el metro cuadrado. La situación, en pleno centro urbano y en un terreno elevado con impresionantes vistas a la bahía encarecen la operación. Y las limitaciones que la protección de la propiedad como bien de interés patrimonial tampoco ayudan. El Plan Xeral contempla únicamente los usos residencial u hostelero para el conjunto, sin posibilidad de ejecutar nuevas construcciones en el terreno, confirma el concejal de Urbanismo, Víctor Muñoz.

El Concello desecha comprarla al considerar "inviable" la inversión

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La finca podría resultar atractiva para el Concello por su extensión y su céntrica ubicación, pero la inversión es “inviable”, señala el edil. “A la hora de adquirir un bien para el patrimonio público, la Administración tiene que tener un plan estratégico y justificar el interés. En este caso no hay necesidad de una propiedad de estas características”, explica.

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