Hallan por segunda vez este año cachorros abandonados en un contenedor en Tui

Otra nueva camada de cachorros ha aparecido en el interior de una bolsa de basura arrojada a un contenedor en Tui. Es la segunda vez este año que la Protectora de Animales Aloia alerta de unos hechos así, en esta ocasión en la parroquia de Malvas, donde un vecino que acudió ayer por la mañana a tirar la basura escuchó unos gemidos dentro de una bolsa, en la que se encontró con tres perros recién nacidos: uno ya estaba muerto y los otros, dos hembras, morirían horas después a pesar de los intentos de la protectora por salvarles la vida.

“Estaban empapados y con signos de hipotermia; los secamos con un secador e intentamos alimentarlos, pero no fueron capaces de comer y acabaron muriendo”, lamenta Pepín Solleiro, miembro de la asociación, que estima que los cachorros tendrían apenas un día de vida. “En otras situaciones similares pudimos salvarlos, pero ya eran cachorros con 4 o 5 días, más desarrollados”, explica Solleiro, recordando que en los últimos dos años aparecieron dos camadas en bolsas de basura en el mismo contenedor de Bornetas, seguramente de la misma madre. La totalidad de los canes corrieron mejor suerte que los topados en Malvas, pues salieron todos adelante gracias a los cuidados recibidos en la protectora tudense.

La protectora anima a castrar a los animales para evitar camadas indeseadas

Desde la Protectora Aloia muestran su profunda preocupación por estos hechos y consideran sospechoso que los perros arrojados al contenedor fueran casualmente hembras. “Normalmente las camadas traen 4 o 5 cachorros”, explica Solleiro, dando a entender que, quizás, quien se deshizo de las hembras, haya indultado a los machos. En este sentido, desde la asociación piden colaboración a los vecinos y vecinas para tratar de dar con la persona que sentenció a los canes a una muerte agónica.

Además de condenar el maltrato animal, la Protectora de Animales Aloia hace un llamamiento para que los dueños de los perros castren a sus animales. “Es una solución para toda la vida; la inversión ronda los 100-150 euros, depende del tamaño del perro, pero solo se tiene que hacer una vez, luego te olvidas”, comenta Pepín, recordando que una perra entra en celo cada 6 meses, los que supone dos camadas al año. Otras ventajas de la castración son que los canes “se vuelven más estables, más dóciles y se previenen enfermedades como el cáncer en mama y útero”. De hecho, los cerca de 150 perros abandonados que cuida la Protectora Aloia ya están esterilizados, tanto machos como hembras.

La protectora tudense cuida a los perros abandonados en la comarca, pero también hace una gran labor de concienciación animal, impartiendo charlas en los colegios para intentar cambiar estas conductas reprochables. “Los niños son el futuro”, confía Pepín Solleiro. Mientras tanto, para evitar más camadas indeseadas, Solleiro pide a las administraciones que aporten su granito de arena, endureciendo las sanciones y promoviendo campañas publicitarias.

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