Cerrado por falta de personal. No hay cartel en la puerta de la base del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) Val Miñor pero lo cierto es que el servicio se mantuvo paralizado desde las diez de la noche del viernes hasta la misma hora de ayer porque no había ningún bombero de turno. En caso de emergencia en Baiona, Nigrán o Gondomar habría que esperar a la llegada de los equipos de Porriño o Vigo.

Tres de los efectivos del total de doce que conforman el servicio están de baja, una de ellas sin cubrir desde hace dos años, y las dos restantes desde abril. Las vacaciones que los efectivos han ido retrasando para salvar la situación en verano, cuando la población miñorana se triplica y alcanza los 100.000 habitantes, también merman la plantilla. Se han visto obligados a organizar numeroso turnos de una sola persona durante los últimos meses. Un único bombero no puede intervenir en un incendio ni excarcelar a una víctima de una accidente de tráfico, pero es que ayer ni siquiera quedaba ninguno y hubo que bajar la persiana de la base de Nigrán.

No parece que vaya a cambiar nada a corto plazo. La Mancomunidade do Val Miñor había prometido aumentar la plantilla hasta un 50% en tres años tras la grave oleada de incendios forestales de 2017. Con la tragedia reciente, los representantes políticos garantizaban la incorporación de seis agentes antes de terminar 2021 pero, tal y como reconoció en julio Paco Ferreira, presidente actual del organismo surpamunicipal y alcalde de Gondomar, “eso está parado”. Lla normativa impide contratar”, el regidor, así que el GES Val Miñor continúa con nueve bomberos en la actualidad, muchas horas extra y hasta turnos doblados de dos días seguidos en ocasiones. Y así seguirá “hasta que pase algo grave, arda algo o se muera alguien”, lamentan los profesionales.