Dos años después de habilitar su primer parque canino sobre la piscina de A Ramallosa, el Concello de Nigrán estrena el segundo espacio cerrado y pensado para que las mascotas puedan correr sin correa. Se ubica en una parcela municipal frente a la futura biblioteca, en la Estrada pola Vía.

El recinto mide 350 metros cuadrados y dispone de césped natural y de un cierre perimetral de malla metálica rígida para garantizar que los canes no se escapen.

La zona se dotará de contenedores específicos para depositar los excrementos y de bancos, así como elementos para que los animales se ejerciten y distraigan. El proyecto requirió una sencilla intervención, llevada a cabo por operarios municipales, al reconvertirse una zona verde infrautilizada para este nuevo uso.