Lleva tres años cerrada pese a situarse a pocos metros de la playa en medio de un complejo deportivo municipal al aire libre. Ni su ubicación ni la afluencia de numerosos aficionados al tenis y al pádel han logrado sostener la cafetería de las pistas de Gaifar, en Panxón, en los últimos tiempos. Pero el gobierno local de Nigrán no renuncia a sacar partido a uno de los dos bares de titularidad pública del municipio –el otro está en el centro de la tercera edad de A Ramallosa y sí funciona–. Por eso ha decidido asumir la reforma para sacar a concurso su explotación de nuevo, por tercera vez en menos de una década.

Las obras han sido adjudicadas a Construcciones Castro por 48.348 euros y ya han comenzado. La empresa se encargará de reponer todos los elementos deteriorados y mejorar la accesibilidad del inmueble, de planta baja. En un plazo de dos meses, se repararán la cubierta y los revestimientos, se mejorarán la instalación eléctrica, la ventilación y la fontanería y se eliminarán las barreras arquitectónicas.

La licitación buscará un local “para todo el año” y sin ocio nocturno

Mientras los trabajos están en marcha, técnicos municipales trabajan en el pliego de cláusulas para la oferta pública de explotación del negocio, con la previsión de hacerla efectiva antes de que termine el año y lograr que el bar esté listo para reabrir la próxima primavera. Las condiciones irán encaminadas a establecer un local de hostelería “que funcione todo el año”, no solo en verano, y sin actividad de ocio nocturno, explica el alcalde, Juan González. “El objetivo es entregar la cafetería al futuro concesionario en un estado óptimo porque repercutirá en el beneficio de todos los usuarios y de la propia imagen de Nigrán”, señala.

La intención del gobierno municipal es optimizar la viabilidad del negocio, para evitar conflictos con la adjudicataria como los que llevaron al cierre en 2018. Por eso, el pliego desligará la explotación de la cafetería del mantenimiento de las pistas y de la zona verde. El Ayuntamiento asumirá las tareas de organización de la actividad deportiva y de conservación de las instalaciones.

Según el proyecto aprobado, se eliminarán también los cortavientos del alzado nordeste al impedir la accesibilidad y se dotará a los aseos del equipamiento necesario para su uso por parte de las personas con movilidad reducida.

La obra se completará con la instalación de piezas de madera en vertical en dos tramos de la fachada con finalidad estética, para reducir el impacto visual.

Tres concesiones que acabaron en polémica


Es la tercera reforma del bar del área deportiva en una década. El Concello pretende que funcione el próximo verano tras los dos últimos cerrado y después de varias polémicas en las concesiones. El Concello de Nigrán lo clausuró por primera vez en 2010. Pese a tratarse de un servicio municipal, el gestor de entonces carecía de licencia de actividad y las dependencias se encontraban tan deterioradas que, según informes técnicos, había riesgo de desprendimientos. Permaneció cerrado dos años y tras el correspondiente concurso público fue adjudicado en 2012 por tres años prorrogables a cuatro. El Ayuntamiento decidió en 2015 no prorrogar aquel contrato al considerar que la entonces adjudicataria, una sociedad en la que participaba el exjugador del Celta Quique de Lucas, tampoco cumplía con el mantenimiento de la zona verde y con la gestión de las pistas. Así que el bar volvió a clausurarse otro año hasta su última reapertura en 2016, con el empresario vigués Odilo Rodríguez Otero –responsable de conocidos negocios como el Beach Club de Samil, el restaurante Siete Torres o el pub irlandés Irish Harp– al frente y con un canon anual que superaba los 25.000 euros. Tras varios requerimientos por incumplimentos, el Ayuntamiento le rescindió el contrato en octubre de 2018.