No es que vayan a matar moscas a cañonazos, pero los héroes de la lucha gondomareña contra la avispa velutina ya cuentan con una especie de rifle para atacar la plaga del siglo XXI. El Concello ha comprado lo que se denomina una marcadora, aunque tenga aspecto de fusil automático de asalto. Se trata de un artefacto para disparar a los nidos del insecto invasor e inocularles el veneno de forma directa.
Sirve para alcanzar aquellos anidamientos más altos. La avispa asiática crea su hogar a veces en las ramas más elevadas de los árboles y los intrépidos apicultores llegan a jugarse el tipo al subirse a interminables escaleras en busca de su objetivo, además de regalar su tiempo a la causa. El alcance del disparo es de hasta 50 metros, así que podrán desempeñar la tarea de forma más segura a partir de ahora.
103 nidos retirados
La adquisición de la nueva arma contra el insecto que devora a las abejas autóctonas supone un paso más en la línea de la Concellería de Medio Ambiente e Transición Ecolóxica, que dirige Brais Misa, para combatir la velutina. La “invasión” llegada de China vuelve a experimentar un repunte en el municipio. Según los datos del departamento municipal, en el primer semestre de 2021 se han retirado ya un total de 103 nidos, frente a los 178 de todo el año 2019.
La nueva marcadora, que dispara cápsulas biodegradables de veneno, se suma al medio centenar de trampas facilitadas en su día a los voluntariosos apicultores, a los que el Ayuntamiento dotó también de trajes protectores específicos. Una medida que, según señala el alcalde, Paco Ferreira, trata de suplir “los incumplimientos y retrasos de la Xunta”, la administración competente en el asunto.
Misa recuerda que los vecinos deben dirigirse al 012 cuando detectan un nido. Recuerda que el Ejecutivo gallego “paga a una empresa específica para atender estos casos”. No obstante, el edil lamenta el “incumplimiento sistemático de los 5 días de plazo para actuar, por lo que muchos vecinos recurren a nosotros y no podemos quedarnos de brazos cruzados”.
