La aldea de San Salvador de Prado, al pie del monte Faro de Avión, en el municipio de Covelo es la primera parroquia de la zona en estar cardioprotegida.

La Comunidad de Montes, que preside José Fernández Muradás, decidió adquirir con fondos propios un desfibrilador y formar a seis vecinos y vecinas para su uso. Ayer, ya estaba operativo.

Fue hace unos dos meses cuando un infarto se llevó por delante a una vecina de 60 años. Explica Muradás que “igual aunque lo tuviéramos no podíamos hacer nada porque estaba de ser”, pero decidieron que tenía que haber uno de estos aparatos que salvan vidas a través de la desfibrilación del corazón en la parroquia. El propio presidente habló con los demás directivos y se pusieron manos a la obra sin siquiera convocar una asamblea. “Nosotros tenemos fondos debido a que tenemos un parque eólico y esto es algo de necesidad”, explica.

Una vez decida la compra había que preparar a las personas que aprendieran a usarlo y se habló con varios vecinos y vecinas de diferentes edades para que se atrevieran. “Nos daban un cursillo para seis personas y al final se apuntaron nueve, tres personas quedaron en lista de espera. Se acogió con mucho entusiasmo por el vecindario”, añade el presidente de los comuneros.

El desfibrilador le costó a la Comunidad de Montes 1.166 euros más IVA, es un modelo Samaritan Pad 350 P, semiautomático, y el cursillo para los vecinos 360 euros. “Con esto podemos salvar vidas”, dice.

Sin médicos por las tardes

Explica Muradás que San Salvador de Prado está a casi 13 kilómetros del centro de Covelo, pero el centro de salud de esta localidad esta cerrado por las tardes y fines de semana, siendo atendidas las urgencias en Ponteareas a unos 30 Kilómetros. Además las carreteras son para andar despacio debido a sus curvas. “Cuando ocurrió la desgracia se avisó al 112 y mandaron un helicóptero pero ya era tarde, también vino una ambulancia de A Cañiza, que llegó un poco más tarde y no había nada que hacer”, explica.

Ahora el dispositivo para la cardioprotección de Prado esta operativo “y esperamos que no sea necesario utilizarlo, pero por lo menos lo tenemos”. El equipo que se preparó para su uso decidió que esté en el Mesón Xestosa, el establecimiento que dirigen Manu San y Ana y que hace que cientos de personas visiten la zona por el éxito de su cocina y su atención a los clientes.

“Inicialmente pensamos en el Centro Social, pero esta cerrado la mayor parte del tiempo, por eso quedó en el bar, ya que allí puede ser rápidamente utilizado por cualquiera de las personas preparadas para su uso”, dice. El propio bar es propiedad de la comunidad de montes y alquilado a estos emprendedores.

En cualquier lugar de la parroquia

Ana y Manuel también hicieron el curso para acudir con rapidez a cualquier lugar de la parroquia donde puedan necesitar la ayuda. Sandra, Antonio Pardellas, Antonio Roca y Constantino son los otros vecinos que saben utilizarlo.

Muradás no concluye sin criticar que tenga que ser la Comunidad de Montes quien se encargue “pues es algo que les corresponde a las administraciones públicas, pero los que mandan se olvidan del rural porque viven en grandes ciudades y esto es imperdonable”.