A Guarda celebró ayer el 105 cumpleaños de uno de sus vecinos más longevos, Francisco Carrera, más conocido como Francisquiño, el abuelo de la parroquia de Camposancos.

Francisco, que se mantiene con muy buena salud gracias a sus paseos por la ribera del Miño, “a media mañana y por las tardes, aunque haga sol, lluvia o viento”, sopló las velas en compañía de su familia. Además, se unieron a la celebración el alcalde, Antonio Lomba, y el concejal de Turismo, Rafa Álvarez.