El Ministerio de Fomento mantiene bloqueadas las obras comprometidas por Ana Pastor cuando era ministra del PP.

La situación ya ha provocado el enfado de los vecinos y de los distintos grupos de la Corporación. De hecho se celebró en el Multiusos de As Pozas una Junta de Portavoces de los diferentes grupos integrantes de la corporación municipal, junto con la alcaldesa del Ayuntamiento de Mos, Nidia Arévalo, y técnicos municipales; a la que también asistió un representante vecinal de los afectados de la parroquia de Louredo, José Couñago.

De la reunión se extrajo la decisión unánime de remitir a Fomento un escrito de ultimátum para que reanude ambos proyectos y de solicitud de reunión entre representantes municipales y vecinales con la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, M. Carmen Larriba García, y la persona responsable de estas obras en el Ministerio. El escrito fue enviado desde la Secretaría Municipal del Ayuntamiento de Mos firmada por todos y todas portavoces de la corporación, incluido el PSOE, partido que dirige el departamento de Fomento actualmente.

Las obras a realizar son de mejora de seguridad, en concreto la reforma de una intersección en Amieirolongo y un paso elevado en Sanguiñeda, ambos en la N-550.

Explican desde el Concello que son demandas históricas que llevan años comprometidas por el Ministerio de Fomento, “por lo que la paciencia del vecindario se agota tras tan larga espera para dos obras de mejora de la seguridad vial que son de vital importancia, por tratarse de puntos extremadamente peligrosos tanto para peones como para conductores”.

La desesperación de los vecinos afectados la dejó patente el propio José Couñago, representante de los habitantes de Louredo, que intervino al inicio del pasado pleno celebrado el 22 de julio, expresando la impotencia que siente el vecindario afectado.

En el caso de la intersección en Louredo existe un proyecto de remodelación de la intersección de la N-550 que permita el giro a Pombal, Pantaño y San Gregorio.

En este caso concreto proyecto fue recibido en el Ayuntamiento en 2019, y contó con el visto bueno y luz verde por parte de la parroquia de Louredo, y de la administración local mosense; sin embargo el Ministerio de Fomento no llegó a ponerlo en marcha.