La XVIII edición del Festival de Cans, que tendrá lugar del 1 al 4 del próximo mes de septiembre, recuperará en esta edición algunos de sus espacios emblemáticos, como el “torreiro”, o el “jalpón” y el “invernadero de Mucha y Juan del Peso”, según informó ayer la organización. Ambos espacios serán destinados a actividades como pequeñas actuaciones musicales o coloquios, siempre con el público sentado.

El certamen partirá del exitoso modelo que siguió el pasado año, y que permitió la celebración con total normalidad. Desde la organización del festival se trabaja en la preparación de una edición extremando todas las precauciones, guardando las distancias entre personas requeridas en cada espacio y se mantendrá el exigente plan de limpieza y desinfección en cada jalpón, después de cada sesión de proyección o cada actuación.

Todos los “jalpóns” del festival mantendrán el aforo reducido, que no rebasará el 50% y será necesario el uso de mascarilla durante las proyecciones. El festival prefiere mantener prudencia en el aforo, a pesar de que la normativa permitiría una ocupación de hasta un 75%, indicaron.

Con respecto a los “chimpíns”, y lo mismo que ocurrió en la pasada edición, su uso estará limitado a cuatro personas, y solo circularán de manera honorífica para homenajeadas y homenajeados y equipos de las películas, en las tres procesiones previstas jueves 2 en Porriño, y viernes 3 sábado 4 en Cans.

Otra de las novedades será el cambio de lugar habitual de proyecciones en la tarde del jueves, 2, donde los documentales “Beiras, Vivir dos veces” de Jorge Coira, Gaspar Broullón y Pepe Coira, y “Donde se acaba la memoria”, de Pablo Romero-Fresco, pasarán a proyectarse en el Centro Cultural Municipal, en lugar del Círculo Recreativo.