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Arcade de Riba ahuyenta las ‘meigas’

Los vecinos colocan en la plaza del barrio un caldero del agua de San Xoán para purificar sus almas | Mayores y niños recopilaron las aguas de siete fuentes y las hierbas

Una mujer se lava la cara con el agua de San Xoán, ayer, en la plaza del barrio de Arcade de Riba. / A.V. Pozovello

Los vecinos de Arcade de Riba purificaron ayer en común sus almas con el agua de San Xoán. A falta de las tradicionales hogueras por las restricciones impuestas por el coronavirus, los residentes de este barrio de Soutomaior no quisieron perder una de las tradiciones más populares para hacerle frente a las meigas, el mal de ojo y envidias. Unos calderos con más de cien litros de esta poción “mágica”, elaborada con las aguas de siete fuentes del municipio y casi una veintena de distintas hierbas, presidió durante toda la jornada la plaza de este barrio de Soutomaior para que todo aquel que lo deseara pudiera lavarse allí la cara para ahuyentar todos los males.

La original iniciativa, puesta en marcha por la Asociación de Vecinos Pozovello, atrajo a mayores, jóvenes y niños desde primeras horas de la mañana. Muchos de ellos habían participado en los días anteriores en la recopilación de las distintas especies vegetales con la que elaboraron el “cacho”, una receta secreta que se transmite de generación en generación para continuar cada año con este ritual de purificación, aunque también medicinal y de belleza.

Una mujer recoge el "agua mágica" del barreño, ayer, en la plaza de Arcade de Riba. / José Valdivia

“El objetivo que se buscaba con esta iniciativa es mantener esta tradición ancestral para que continúe a lo largo del tiempo y, al mismo tiempo, tratar de implicar a todos los vecinos, creando así nuevos lazos de unión entre todos”, explica Daniel Raña, el presidente del colectivo vecinal de Arcade de Riba. El primer paso fue consultar a los mayores del barrio para que narrasen sus recuerdos de la elaboración del agua de San Xoán cuando eran jóvenes, así poder utilizar las mismas hierbas. “En principio son siete, pero aquí utilizamos hasta 19 variedades distintas, como fiuncho, herbaluísa, fento, xesta, loureiro, herba de San Xoán, malva... Todas recogidas por los vecinos en el entorno del barrio”, señala Raña. Y para el agua lo mismo. Se recorrieron las fuentes del municipio para recoger 25 litros en cada uno de los siete manantiales.

Todas las especies vegetales recogidas, siguiendo el ritual, se dejaron macerar sumergidas en el agua dentro de un enorme caldero. “Permanecieron toda la noche al rocío y, como manda la tradición, cubiertas de tojos para espantar al demonio”, bromea el presidente de la asociación. El barreño con la pócima “mágica” se colocó ayer, a primera hora de la mañana, en la plaza central del barrio para que los vecinos pudieran purificar sus almas y espantar las meigas, ahuyentar al diablo, esquivar la mala suerte o curar la envidia, entre muchas otras propiedades.

Trabajo audiovisual

La iniciativa también incluyó la grabación de una serie de vídeos sobre la recogida de las aguas y las distintas hierbas, filmados en blanco y negro con estética antigua, protagonizados por los vecinos. Tras un laborioso proceso de montaje realizado por el secretario de la asociación, Alfonso Puentes, el resultado puede verse a través de la página de Facebook de los vecinos de Pozovello.

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