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Alumnos y hosteleros a jornada completa en un instituto de Mos

Once alumnos gestionan su propia cafetería para aprender a emprender

Los alumnos que realizan el proyecto posan en el centro. // A.G.

Mediante la técnica de error y acierto. Así es como los alumnos y alumnas de 4º de la ESO del IES de Mos están aprendiendo a gestionar la primera cafetería pensada y explotada por el estudiantado en toda la historia del instituto. Desde el mes de diciembre, estos jóvenes se hacen cargo de una sucursal de la cafetería del centro.

El proyecto comenzó al inicio de curso, con el profesor Paulo Jablonski, en la asignatura Iniciativa Empresarial y, tras dos meses debatiendo entre los 11 chicos y chicas que forman parte de 4ºE del IES de Mos sobre cómo mejorar el contexto del instituto, decidieron solucionar los problemas de la cafetería del centro. Percibieron que había “inmensas colas, el protocolo anti-COVID-19 impedía que todo el alumnado accediera a las instalaciones y Carlos, el dueño de la cafetería, veía cómo las ventas disminuían”, explican.

A Jablonski le pareció “la mejor forma que existe de enfrentarse a una asignatura como es la de Iniciativa Empresarial” . Justo en ese momento, acordaron, entre todos, cómo llevarían a cabo su empresa. Lo tuvieron claro y se decidieron por la forma de cooperativa, que pasaría a llamarse Ilusión.

Tuvieron que cerrar por pérdida de clientes, pero los recuperaron con promoción a través de TikTok

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En Ilusión, las decisiones, según cuentan los alumnos y las alumnas se toman de forma conjunta, en asamblea, “que es lo mejor”, dicen. Cada día, un grupo de tres personas se hace cargo de la sucursal de la cafetería. Dos de ellas atienden al público y una tercera se encarga de llevar las cuentas de ese día.

“Al principio no fue fácil”, cuenta el alumno Adrián Saavedra, “pero fuimos puliendo nuestros fallos”. De hecho, durante dos semanas Ilusión echó la verja porque “no funcionaba”, según explican. En 14 días tuvieron que replantear el modelo de negocio puesto que las personas que paseaban por el patio, que es la localización de la cafetería, no se acercaban a comprar. Fue entonces cuando se dieron cuenta de la importancia que tiene el marketing en los negocios. Los 11 crearon carteles informativos, expusieron el proyecto a otras clases del centro e, incluso, grabaron un video promocional en la red social Tik Tok.

Futuros emprendedores

A partir de ese momento, Ilusión echó a andar y “aprendimos mucho sobre cómo llevar una cafetería desde cero”, explica una de las alumnas, Sokayna el Hamzaoui, “no es lo mismo estar detrás de la barra, ahora sabemos que requiere mucho esfuerzo”.

El alumno Ismael Silva, que también forma parte de la Cooperativa Ilusión, dice que “después de esta experiencia no descarto emprender cuando termine los estudios”.

Otro de los alumnos, Unai Alonso, asegura, en la misma dirección, que “esto me animó a ser emprendedor más adelante, aunque soy consciente de que tiene dificultades”.

El profesor hace un buen balance del proyecto, que continuará hasta final de curso, puesto que al gestionar la sucursal de la cafetería “aprendemos sobre contabilidad, marketing, atención al cliente… esto es más que un simulacro”, explica, “incluso supieron gestionar las emociones a la hora de trabajar, que no siempre es tan fácil”.

De igual forma, Jablonski valora, sobre todo, “que el proyecto contribuyó de forma notable al refuerzo de la autoestima, de la responsabilidad y del empoderamiento del alumnado”.

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