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El bloqueo de la fibra condena a 10.000 gondomareños a una internet en precario

Tras más de dos años con el despliegue atascado en A Ramallosa, Movistar negocia con Orange para llegar a las parroquias a través de su red

Integrantes de la plataforma Gondomar Fibra Xa! presentaron ayer 1.650 firmas ante la Xunta. | // R. GROBAS

La pandemia ha elevado la conexión a internet a la categoría de servicio básico, tanto como la electricidad, y acciones ya tan cotidianas como teletrabajar o realizar una videollamada son una odisea en buena parte del rural gondomareño. Unos 10.000 vecinos de las parroquias sufren un servicio precario, con un máximo de 3 megas de velocidad, denuncia la plataforma Gondomar Fibra Xa!, creada hace un año para luchar por un acceso a la red digno en todo el territorio municipal. ¿El motivo? El retraso del despliegue de la fibra óptica en las parroquias, que sigue atascado dos años después de arrancar.

Cerca de mil vecinos no disponen ni de ADSL

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Orange, R y Vodafone cubren el centro urbano y zonas puntuales de Morgadáns y Vincios. Pero el principal tronco de alimentación de la red rural que Movistar se encarga de extender –tras recibir 100 millones de euros de los planes de banda ancha de la Xunta y del Estado para llegar a las poblaciones gallegas de menos de 300 habitantes– llegará desde A Ramallosa y en ese punto sigue bloqueado. Primero fueron las obras del carril bici las que frenaron la instalación y ahora la falta de acuerdo de la compañía con propietarios de terrenos para colocar los postes y el cableado, señalan fuentes próximas a la operadora y el propio alcalde, Francisco Ferreira.

La situación deja a prácticamente todos los vecinos que residen a más de 3,5 kilómetros del centro urbano con conexiones precarias. “A esa distancia de la central, los ADSL dejan de funcionar”, explica Nelo Penide, portavoz de la plataforma. Los usuarios de Borreiros, Donas, Mañufe, Peitieiros, Couso, Morgadáns, Chaín y Vilaza optan por alternativas como routers 4G, radio o satélite, que “ofrecen conexiones residuales que se saturan”.

El problema se agrava en zonas apartadas a las que ni siquiera ha llegado el ADSL, explican desde la coordinadora. Son cerca de mil los residentes en barrios de Morgadáns como Vilas, Prado o Murxido, o los de San Cibrán o Portavedra en Donas y la mayor parte de la parroquia de Couso. Los vecinos usan sistemas de radio o satélite “que apenas llegan a 1 mega y que hacen imposible hasta enviar un correo”.

"Doble discriminación"

Se trata de una “doble discriminación” que denuncian desde el colectivo de afectados. “Recibimos un servicio precario en comparación con vecinos del centro o de parroquias de los concellos vecinos de Nigrán o Baiona y además pagamos por ello”, señalan.

La solución podría llegar en unos meses, según los últimos datos de los que dispone Ferreira, quien asegura que Movistar está negociando con Orange para llevar el servicio a las parroquias por su red, salvando así el escollo de A Ramallosa. No obstante, el regidor califica de “intolerable” la demora. Tras reunirse con la operadora en varias ocasiones en el último año considera que “tenemos que exigir tanto a la Xunta como al Gobierno de España que controlen el cumplimiento de los contratos que adjudican y que se impliquen organismos como la Fegamp porque, de forma individual, los alcaldes poca presión podemos hacer”.

1.650 firmas y una campaña masiva de reclamaciones ante Consumo


Gondomar Fibra Xa! presentó ayer ante la Delegación de la Xunta en Vigo las 1.610 firmas recogidas en el municipio para reclamar a las administraciones que “hagan cumplir los compromisos de implantación de un servicio de internet de calidad que permita desarrollar en nuestro municipio cualquier actividad en igualdad de condiciones con otras zonas” y que “obliguen a las compañías de a cumplir con lo estipulado en el contrato o a reducir las tarifas en función de lo que puedan ofrecer”. La plataforma retoma las movilizaciones y este fin de semana iniciará una campaña para animar a los vecinos a reclamar ante el Instituto Galego de Consumo. Para ello, instalarán mesas con modelos de reclamación que los interesados solo tendrán que firmar.

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