La parroquia gondomareña de Peitieiros celebró ayer la festividad de la Virgen de Fátima con las tradicionales alfombras florales en el atrio. Tras la misa solemne a las 12.30 y las primeras comuniones, salió la procesión en medio de la lluvia y los fieles dieron la vuelta al recinto parroquial. El COVID impidió por segundo año consecutivo la habitual verbena para evitar el riesgo de contagio.