Siete años y 6 meses de prisión; 5 años y seis meses de suspensión de empleo y cargo público; otros cinco años de inhabilitación especial y una multa de 6.000 euros es lo que pide el fiscal para el sargento primero de la Guardia Civil del puesto de Covelo que en 2015 se apropió, presuntamente, de un cheque de 900 euros durante el ejercicio de su condición de agente de la autoridad. Ese mismo año volvió a delinquir, engañando a otro vecino al que le hizo de intermediario en una disputa económica.

El primero de los hechos tuvo lugar cuando dos vecinos pactaron la tala de unos árboles por 900 euros. Por razón de desavenencias surgidas de tal contrato, el hijo del dueño de los árboles acudió al puesto de la Guardia Civil de Covelo con la intención de presentar una denuncia por apropiación indebida. Allí fue atendido por el acusado, que ni formalizó minuta policial ni atestado alguno.

En su lugar, el Guardia Civil convenció al que taló los árboles para que le entregara a él los 900 euros con la excusa de que arreglaría las cosas en su nombre. “Creyendo que el acusado actuaba de buena fe y que le ayudaría en su condición de guardia civil, le entregó el cheque al portador por valor de 900 euros”, explica el Fiscal, detallando que el sargento cobró el cheque e incorporó el dinero a su patrimonio.

El dueño de los árboles acudió otras tres veces al puesto de Covelo y el acusado se vio obligado a recoger la denuncia, elaborando un relato que enmascararía sus propias acciones.

Una situación similar se repitió ese año entre otros dos vecinos que acordaron la tala de unos árboles a un precio de 2.400 euros y nuevamente existieron desavenencias que el guardia civil resolvió haciendo de intermediario y recogiendo 2.000 euros en efectivo, de los que solo entregó 1.000.