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Un paso más hacia la apertura de la frontera con Portugal

Pancarta desplegada en el Ponte da Amizade entre Tomiño y Cerveira. AECT Río Miño

El 1 de mayo, Portugal pone fin al estado de emergencia, el nivel de alerta más alto del país vecino y vigente desde el pasado mes de noviembre. El día 9, España hará lo propio con el estado de alarma. El cese de ambos estados no implica la apertura inmediata de las fronteras, reclamada con vehemencia por los vecinos de un lado y el otro de 'A Raia', aunque es un paso en esa dirección.

En Portugal, el presidente Marcelo Rebelo de Sousa anunciaba este martes que no propondría una nueva renovación del estado de emergencia. La situación de la pandemia del COVID-19 en el país vecino se mantiene estable: la cifra de muertos diaria se ha mantenido por debajo de los dos dígitos desde el 2 de abril, el índice de transmisión Rt se encuentra en 0,99 y la incidencia a 14 días es de 70,4 casos por 100.000 habitantes. Además, el número de pacientes hospitalizados con coronavirus ha descendido hasta los 324 de la última jornada.

Con una tercera ola durísima, el 15 de enero se decretó un confinamiento general que solo empezó a aliviarse de forma gradual dos meses después. Actualmente, Portugal se encuentra en la tercera fase del plan de desconfinamiento y precisamente este jueves se espera que el Gobierno luso anuncie si el país avanzará a partir del lunes 3 de mayo a la última fase de este plan.

Se aguarda también que haga alusión a la situación de la frontera terrestre entre España y Portugal, que continúa restringida hasta el 1 de mayo. Estaría pendiente además la resolución del Gobierno español, que por la Orden INT/361/2021, de 15 de abril, mantiene los controles en la frontera hasta las 00:59 horas del primero de mayo.

"No tendría ningún sentido que se anuncie la no renovación del estado de emergencia y no lleve aparejada la apertura [de la 'raia']", dijo este miércoles Uxío Benítez, vicedirector del Agrupamiento Europeo de Cooperación Territorial (AECT) Río Miño.

Esta organización desplegó un gran cartel en inglés en el Puente de la Amistad que une Tomiño y Cerveira, en el que se lee "EU, help. Open the border" ("Unión Europea, ayuda. Abran la frontera") y con el que se solicita ayuda a las autoridades europeas en su reivindicación de que se abra la frontera para aliviar a las económicamente asfixiadas localidades fronterizas de Pontevedra y el norte de Portugal.

Un estudio del impacto económico que supuso el primer confinamiento, y que AECT Río Miño encargó a la Universidad de Vigo, reveló que el PIB en los 26 ayuntamientos del territorio transfronterizo cayó 80 millones de euros. La caída derivada del efecto frontera en el comercio fue de un 14,18 por ciento durante el confinamiento, y en la hostelería y la restauración fue de un 16,53 por ciento.

Por ello, Benítez señaló que, a estas alturas, no va a celebrar el hecho de que se abra la frontera: "Llevamos tres meses en la ruina por una decisión política equivocada que está generando un perjuicio económico".

De hecho, el vicedirector de AECT Río Miño volvió a exigir a los gobierno de España y Portugal medidas concretas que sirvan para compensar a territorios como el Miñoto, que sufrieron un grave deterioro económico por duplicado: por la pandemia y por el hecho de estar en una ubicación transfronteriza.

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