El Parque de A Canuda de Salvaterra expone la obra faraónica de Mónica Cabaleiro, una vecina de la villa que ha tardado cerca de un año en completar un puzle de 33.600 piezas, que hasta 2014 era el más grande del mundo y que ahora ocupa el quinto lugar. Un rompecabezas que la mantuvo entretenida durante el primer estado de alarma de la pandemia del COVID-19 y que dejó un poco abandonado cuando la desescalada la devolvió al trabajo.
Acostumbrada a puzles de, como máximo 3.000 piezas, cuando llegó el confinamiento, a Mónica le bastaron cuatro días para completar un rompecabezas de 2.000. Empezó a buscar los más grandes, entre los que se encuentra “Vida Salvaje”, un auténtico reto no apto para impacientes que mide 5,70 metros de largo por 1,57 metros de ancho. No se lo pensó dos veces y lo compró por internet a una tienda de Málaga. El 6 de abril de 2020 ya lo tenía en la puerta de su casa para poder llenar las horas muertas de la cuarentena con esta afición que siempre la ha ayudado a distraerse.
Mónica Cabaleiro ha tardado cerca de un año en completar el panel de 5,70 por 1,57 metros
El 1 de junio del año pasado, cuando volvió a su rutina diaria, ya había completado la mitad. “Tenía la casa empantanada, con la mesa del salón y una cama ocupadas por el puzle”, recuerda Mónica, que remató por fin el rompecabezas hace apenas un mes, el 24 de marzo.
Las dimensiones de este pasatiempo son incompatibles con el piso en el que vive “y tampoco podía convertir la casa de mis padres en un museo”, bromea, asegurando que son muchas las personas que se han interesado por ver el resultado final: una frondosa selva en la que conviven animales de todo tipo. “Es una imagen asombrosa, fue creada expresamente para un puzle de grandes dimensiones”, explica Mónica.
Ahora se marca el reto de desarrollar otro de 40.000 piezas
Rematado el reto, comenzó a buscar un lugar donde exponerlo y, un día, paseando por el Parque de A Canuda lo tuvo claro: “en esta pared desnuda quedaría bien mi puzle”, dijo a su pareja. Le envió un correo electrónico a la alcaldesa con la propuesta y Marta Valcárcel aceptó, por lo que este rompecabezas de Guinness ya se puede visitar en la sala de exposiciones del parque.
Esta semana finalizó su montaje en A Canuda y, por primera vez, pudo ver todas sus partes formando un único universo salvaje. Tigres, elefantes, jirafas, insectos, pájaros o cocodrilos construyen la imagen que acompañó a Mónica en esta pandemia y que ella sola logró encajar; a excepción de “una pequeña serpiente que hizo mi novio”, bromea.
Completado el desafío, esta vecina de Salvaterra ya se marca nuevos objetivos: un puzle de más de 40.000 piezas el cual espera no tener que realizar en un nuevo confinamiento.