La celebración de una misa este lunes en la residencia franciscana de ancianas Paz y Bien, en Tui, "con muy pocas" medidas de seguridad, ha generado un notable malestar entre los familiares de los residentes, que pedirán explicaciones a las autoridades a las que solicitaron sin éxito la suspensión de la eucaristía.
Según explica en un comunicado, la asociación de familiares de la residencia, adscrita a la Federación Gallega REDE, entiende que la celebración de la misa "es un hecho muy grave", más aún después del brote de Covid que se registró en las instalaciones del centro el pasado enero tras la celebración de otra misa por Navidad.
En aquella ocasión, el acto se saldó con la muerte de 23 personas, entre usuarias y monjas, y con la intervención de la residencia por parte de la Xunta de Galicia.
La Asociación de Familiares de las Usuarias de 'Paz y Bien' y REDE remitieron hoy una denuncia a las direcciones generales de Mayores y de Atención Sociosanitaria de la Consellería de Política Social, así como a sus servicios de inspección, para que suspendieran la celebración de la misa, que finalmente tuvo lugar a las cinco de la tarde.
También remitieron un escrito a la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra solicitando en la residencia la presencia de agentes de Policía en previsión de que se fuesen a vulnerar las normas anti-covid para establecimientos sociosanitarios, como sucedió, asegura REDE.
Según un portavoz de la federación, "no hay excusas", ya que la misa estaba anunciada desde días antes, por lo que las autoridades debieran haber visitado e inspeccionado la residencia.
A la ceremonia, presidida por la itinerante Cruz de Lampedusa, que estos días recorre la diócesis Tui-Vigo, fueron invitados los familiares de las personas que fallecieron fruto del brote que se produjo en enero, parte de los cuales declinaron la invitación al entender que se estaban reproduciendo las mismas circunstancias que dieron lugar al brote de Navidad y que se cobró la vida de un tercio de las residentes.
La misa celebrada este lunes fue la tercera de esta Semana Santa, ya que la residencia de las franciscanas acogió otras dos el Jueves Santo y el Domingo de Pascua.
