La transformación demográfica y la progresiva desaparición de los modos de vida tradicionales amenazan la conservación del patrimonio inmaterial de los pueblos, como es la toponimia. Para frenar tal deterioro, el Concello de Ponteareas ha iniciado un ambicioso proyecto cuyo punto de partida ha sido la parroquia de Xinzo, pero que recorrerá el resto de parroquias ponteareanas con el objetivo de recoger los nombres que identifican a los distintos lugares y recuperar esta gran riqueza patrimonial. “Todavía estamos a tiempo de evitar que se pierda para siempre nuestra toponimia”, cree el gobierno local.

Esta semana se presentó el proyecto de la mano del personal de Departamento de Lingua, la alcaldesa en funciones, Cristina Fernández; el edil de Lingua, Fernando Groba, y los vicedirectores del Instituto de Estudos Miñoráns, Xilberte Manso de la Torre y Xosé Lois Vilar Pedreira, expertos en toponimia que colaboran altruistamente en el asesoramiento de esta iniciativa.

La necesidad de llevar a cabo este proyecto nace, según el concejal de Lingua, “ante el peligro de desaparición de microtopónimos, tanto en el medio rural como en el urbano, tal y como se constata desde la Comisión de Toponimia da Real Academia Galega”. “Muchos nombres de lugares solo existen en el habla o en la memoria de las personas de más edad y, cuando estas desaparecen, al no ser usados ni conocidos estos topónimos por la población más joven, esta riqueza patrimonial desaparece”, indica Groba.

“La toponimia forma parte de los elementos culturales que la Unesco denomina patrimonio inmaterial de los pueblos. El carácter permanente de los topónimos los hace monumentos históricos, que se mantienen en pie a través de los siglos y que funcionan como referentes compartidos de la comunidad, como señales de la identidad colectiva”, concluye el edil de Lingua.