Una original iniciativa artística, arruinada sin sentido por los vándalos. Esto es lo que ha ocurrido en Redondela con la obra de la pintora local Alba Casanova Fernández, que a finales del pasado año recibió el encargo de decorar los antiguos contenedores de la playa de Cesantes dedicados a guardar las herramientas del servicio de limpieza de algas para reducir así su impacto visual en primera línea marítima.
Los recipientes fueron restaurados para la ocasión en una iniciativa conjunta de las concejalías de Medio Ambiente y de Cultura, que pusieron en marcha esta propuesta vanguardista combinando el reciclaje con el arte. El objetivo era reinterpretar el mobiliario municipal para transformarlo en el original soporte de una obra artística para el disfrute de los ciudadanos durante sus paseos por la principal playa redondelana.
Durante la madrugada del pasado jueves, los murales artísticos de los contenedores aparecieron emborronados con un “spray” azul, con el objetivo de destrozar el trabajo de Alba Casanova.
"Repulsivos y sin sentido"
Tanto el concejal de Cultura, Daniel Boullosa, como el de Medio Ambiente, Roberto Villar, censuraron estos actos vandálicos que calificaron de “repulsivos y sin ningún sentido”. Además anunciaron que se ha abierto un expediente policial sobre estos hechos tras poner el Concello una denuncia por destrozo del patrimonio público.
Los dirigentes municipales también solicitan la colaboración ciudadana para tratar de dar con el autor o autores responsables de estos hechos “que merman tanto el trabajo de la artista como la calidad cultural de Redondela”, puntualiza Villar.
Uso como vestuarios
La iniciativa de reconvertir los contenedores en soportes artísticos partió del propio edil de Medio Ambiente, que al llegar al gobierno se encontró con la presencia de seis contenedores metálicos pequeños que servían para la retirada de algas en el arenal de Cesantes, que también se usaban como vestuarios del personal de limpieza y para resguardarse de la lluvia. Villar decidió dejar de utilizarlos y colocar en la zona unos vestuarios en condiciones, además de acceso a cuartos de baño.
Tres de los seis contenedores se retiraron por su mal estado, pero los tres restantes se decidió reciclarlos como parte del programa de apoyo a los artistas locales, al encargarle a Alba Casanova –natural de la parroquia de Cedeira– que los decorase con una obra basada en el medio marino acorde a su ubicación.
