La Agrupación Europea de Cooperación Territorial del Río Miño (AEC)T Rio Minho puso ayer en funcionamiento el registro de personas afectadas por el cierre de la frontera con el objetivo de proceder a la tramitación de posibles indemnizaciones. En las primeras horas de su puesta en marcha el registro recibió más de una docena de reclamaciones, que se prevé que aumenten considerablemente en los próximos días. El objetivo es conocer la realidad de cada una de las personas afectadas y ponerle nombre y apellidos a una situación que está perjudicando a un elevado número de trabajadores, que están perdiendo tiempo y dinero a diario al no tener todos los pasos de la frontera con Portugal abiertos.

“Sabemos que hay muchas personas afectadas y hasta ahora se dirigían a sus concellos, las administraciones más cercanas, para quejarse y saber cómo actuar. Con esta iniciativa queremos centralizar las reclamaciones en una oficina de afectados conjunta y trabajar para tramitar posibles indemnizaciones, ya que entendemos que el territorio del Miño debe ser compensado económicamente por la decisión de los estados de cerrar la frontera y no dejar más que un paso abierto las 24 horas”, aseguró el vicedirector de la AECT Río Minho, Uxío Benítez.

En el formulario online (también hay opción de cubrir un PDF), las personas interesadas deben dejar sus datos personales, aclarar si son particulares, empresas o autónomos, el sector en el que trabajan (servicios, industria o comercio), el número de viajes que debe realizar entre ambos lados de la frontera, la cantidad de kilómetros que recorren habitualmente con el paso fronterizo abierto y cuando está cerrado. También se solicitan datos sobre los daños sufridos: recorrer más distancia y gastar más tiempo en el trayecto entre la residencia y el lugar de trabajo, el aumento del coste del desplazamiento, la reducción de clientes del otro lado de la Raia o el impedimento de atravesar la frontera.

Todos esos perjuicios ya fueron constatados por el estudio socioeconómico elaborado por el profesor Xavier Cobas de la Universidade de Vigo, en el que se ponía de manifiesto el daño que el cierre de la frontera añade a la situación de la pandemia en la economía de este territorio del Miño. Las pérdidas de facturación se cifraron en más de 92 millones de euros solo en los sectores de la hostelería y el comercio a consecuencia del primer confinamiento y el cierre de la frontera entre Pontevedra y Portugal en la primera ola de la pandemia. “Para este nuevo cierre fronterizo, se prevé que el efecto sea mayor, ya que hay una mayor actividad económica abierta”, afirmó Uxío Benítez.