La nuez es el cultivo del futuro. Así lo creen expertos y productores de toda España reunidos recientemente en unas jornadas técnicas en Badajoz. Aseguran que la producción del país solo cubre el 30% de la demanda y faltarían 8.500 hectáreas para abastecerla. Vincios ha empezado por cuatro. La comunidad de montes de la parroquia gondomareña acaba de plantar 800 nogales con la previsión de obtener su primera cosecha en seis años.
La plantación se sitúa en A Panasqueira de Frin, en la parte baja del Monte Galiñeiro. Un lugar donde eucalipto y pino competían por el espacio hasta que la oleada de incendios de 2017 arrasó la zona. El desastre llevó a los comuneros a activar el plan Vincios Verde para combatir el fuego desde la prevención. La idea es diversificar el uso del monte para ganar terreno a las invasoras y los nogales son “una manera muy interesante” de hacerlo, según comentan.
Estudios de mercado y de viabilidad económica lo confirman. “La rentabilidad de los nogales puede oscilar entre los 8.000 y los 20.000 euros al año por hectárea”, subrayan. Beneficios muy superiores a los del eucalipto, que van de 1.000 a 2.000 euros por hectárea al año, según datos de la Asociación de Desenvolvemento Rural Odega.
Las cifras son alentadoras, y la plantación, realizada por la empresa Foresgreen, está lista. Ahora queda cuidarla y cruzar los dedos “para que agarre”. “Es una apuesta arriesgada. Los nogales son árboles complicados. No siempre se adaptan a las características de la tierra y a la climatología”, explican los comuneros.
Para facilitar su desarrollo han elegido la variedad Chandler, originaria de California, con polinizadores de las variedades Franquette y Frenette, francesas. Es un tipo de nuez muy extendida en España, el color del fruto es claro y el sabor, suave.
Quedan años por delante para recolectar y habrá tiempo para buscar mercados y decidir cómo venderla. “Podremos comercializarla en fresco o transformada”, señalan. Lo que tienen claro es que será “un producto ecológico” .
Primera siembra de centeno para recuperar la tradición agraria
El bosque de nogales de Vincios es un proyecto experimental que incluye una plantación de centeno con el fin de explorar el uso agroforestal del monte y la recuperación de las tierras agrarias de antaño con el mismo objetivo de vencer a las invasoras. Los miembros de la junta rectora de la comunidad de montes han realizado la primera siembra en los últimos días, en un total de 4.000 metros cuadrados. El cereal crecerá entre los troncos de los nogales y los comuneros esperan que se produzca una simbiosis para mantener a raya las especies no deseadas. “Plantamos dos zonas diferenciadas, una fresada y otra donde se sembró sobre los restos vegetales desbrozados. Lo que queremos es comprobar la capacidad del centeno para inhibir el crecimiento de otras especies de matorral”, apuntan los comuneros. La variedad es autóctona. La entidad la trajo directamente de Piornedo, la aldea de Os Ancares popularmente conocida por las pallozas. Además de recuperar el cultivo de un cereal que estuvo muy presente en la parroquia hasta hace unas décadas, pretenden aprovechar la cosecha al máximo. “Queremos volver a la producción de harina para hacer pan, o utilizarlo como alimento para los animales o incluso usar la paja como antiguamente en la matanza, para chamuscar el cerdo”, apuntan. No descartan enviar el forraje de vuelta a su origen para colaborar en la cobertura de los tejados de las construcciones tradicionales.
