Por segunda vez en solo dos meses y por enésima ocasión en las últimas décadas, el río Miñor ha vuelto a desbordarse la madrugada de este jueves a su paso por el centro urbano de Gondomar y regresaron las inundaciones. En esta ocasión, los daños se concentraron en varios vehículos estacionados en el habitual "punto negro", el entorno del Centro de Desenvolvemento Local (CDL) y la estación de autobuses, pero alcanzaron también a uno de los elementos fundamentales del patrimonio histórico del municipio: el Pazo do Conde. 

La muralla que lo rodea no pudo resistir las fuertes precipitaciones y acabó desmoronándose en la zona de la carretera de Antime. Unos 80 metros de muro se desplomaron sobre el vial que precisamente estaba cortado por obras, ya que el Concello reparaba unos desprendimientos del otro lado de la calzada. 

Los consecutivos chaparrones de la noche fueron engrosando el cauce que, coincidiendo con la pleamar al romper el día, acabó por anegarlo todo en el entorno deportivo de As Cercas y alrededores. La tormenta perfecta que se repite periódicamente en la villa condal y que la Xunta tratará de solucionar en 2023 con una inversión 2,6 millones de euros. El plan integral contra las inundaciones que la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, anunció hace una semana se centra en la ampliación de un viaducto sobre el punto donde se cruzan los ríos Miñor y Zamáns y contempla actuaciones complementarias como desagües, limpieza y recuperación del bosque de ribera.

  • La Xunta reserva 2,6 millones para poner fin a las persistentes inundaciones de Gondomar

    Construirá un puente más grande sobre la intersección de los ríos Miñor y Zamáns

En esta ocasión, los bomberos del GES Val Miñor no tuvieron que atender avisos por inundaciones de bajos de viviendas o locales comerciales, pero la Policía Local sí tuvo que localizar a los propietarios de varios coches afectados.

Sí acudieron los efectivos de emergencias al punto donde se derrumbó la muralla del Pazo do Conde, dado que las rocas desprendidas acabaron por echar abajo dos postes del tendido eléctrico que hubo que retirar.

El desplome del secular muro era previsible. El Concello había abierto expedientes por el deterioro hasta en tres ocasiones en los últimos cinco años y había multado a uno de los propietarios de la finca señorial. El arquitecto municipal ha advertido del peligro para los viandantes y los bienes del entorno en varios informes y precisamente al dueño de la parte afectada esta vez le requririó el Ayuntamiento la reparación urgente en los últimos días.

Incidencias en O Porriño y Oia

La noche del miércoles también se registraron incidencias en O Porriño y Oia relacionadas con la subida de los niveles de agua en riachuelos y ríos. Pasada la una de esta madrugada, el personal de limpieza y mantenimiento de la Agencia Gallega de Infraestructuras (AXI) intervino para aliviar una inundación de la carretera PO-552, al paso por el ayuntamiento de Oia, concretamente en San Xiao.

Sobre las siete de esta mañana, desde O Porriño llegaron al 112 Galicia avisos por inundaciones en la carretera que une Pontellas con Torneiros a causa de un desbocamiento del río Louro que está provocando dificultades en la circulación por esta vía.