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Gondomar lleva a pleno otros dos núcleos rurales para legalizar numerosas viviendas

El Concello va salvando zonas para dar seguridad juridíca a edificaciones que amparaba el Plan anulado en 2005 | El alcalde considera que la solución final será el nuevo PXOM

Francisco Ferreira, en su despacho de la Alcaldía. | // D.P.

El gobierno local de Gondomar llevará al próximo pleno municipal de marzo la delimitación de dos nuevos núcleos rurales, en concreto Mourisca, en Chain, y Carballa en Morgadáns, confirmó ayer el alcalde de la localidad, Francisco Ferreira.

Estas delimitaciones junto con las ya aprobadas anteriormente, Campo Grande, San Roque, Prado (Morgadáns), Penalba (Mañufe) y en tramitación Mosteiro y Telleiro (Borreiros), Cruceiro (Donas) y Rochela (Vilaza), busca la legalización de muchas viviendas que estaban bajo la amenaza de la piqueta, así como la posibilidad de conceder nuevas licencias de construcción.

Según explicó el regidor local, “desde el principio nuestro gobierno trabajó sin descanso en las delimitación y expansión de los núcleos rurales en todas las parroquias, a la vez que, en paralelo lo compaginamos con la redacción del nuevo PXOM, que acaba de obtener el informe favorable de “evaluación de impacto medioambiental” de la Consellería de Urbanismo de la Xunta y que esperamos aprobar cuanto antes”.

Añade que una vez aprobados los núcleos serán remitidos a la Dirección Xeral de Ordenación do Territorio para su aprobación definitiva, tal y como ocurrió ya con los anteriores

Ferreira deja claro que “nos preocupa y nos ocupa dotar de seguridad jurídica el municipio y salvar de ser derribadas viviendas que en su momento quedaron atrapadas y fuera de ordenación con la anulación del PXOM de 1997, mediante sentencia del Tribunal de Justicia de Galicia en el año 2005, ratificado posteriormente por el Tribunal Supremo”. El regidor señala que fueron muchos los que iniciaron sus obras sin haber obtenido la preceptiva licencia en el afán de ir adelantado trabajo a la espera de autorización municipal, bajo el dicho del “vai facendo”, y que debido a la anulación del PXOM, se vieron, con sus viviendas empezadas y sin licencia de obra, y con la imposibilidad de obtenerla por falta de planeamiento municipal. “A otros, le sucedió algo parecido, al adquirir terrenos edificables para construir y en pocos días (anulación del PXOM), estos dejaron de serlo y no pudieron edificar al clasificarse como rústico, y por tanto no edificable”, añade.

Salvadas del derribo

Con la nueva delimitación y desarrollo de estos núcleos varias viviendas pudieron salvarse de ser derribadas, otras se legalizaron y se concedieron nuevas licencias para construir, bien por la ampliación de núcleos o por la aplicación de las áreas de tolerancia, que hasta octubre del 2019 el Plan Básico Autonómico de Urbanismo lo permitía; “aunque no lejos de la polémica y contradictoria interpretación entre la APLU y la Dirección Xeral de Urbanismo de la Xunta, que mientras los primeros no reconocían las mismas (40 metros fuera del núcleo) como edificables, la Dirección Xeral de Urbanismo sí, al igual que el Concello que tuvo que enfrentarse a que la APLU presentase demanda contra ocho licencias concedidas por el Concello y que se vieron obligados finalmente a retirar por falta legitimación necesaria al no ser otorgada por la Presidenta de dicho organismo, a la vez que, Directora Xeral de Urbanismo de la Xunta de Galicia que avalaba la postura del Concello de Gondomar y de sus técnicos municipales”, recuerda el regidor.

Nuevo Plan Xeral

Para Ferreira la solución definitiva pasa por la aprobación de un nuevo PXOM, documento sobre el que trabaja el gobierno, junto con técnicos y equipo redactor, y que fija un crecimiento del número de viviendas de más de un 60%, “una previsión realista porque los cálculos –recuerda Ferreira– están realizados en función de la evolución demográfica de los últimos años”. “Se estima que serán más de mil las viviendas que se construirán en el núcleo urbano, mientras que para los núcleos rurales se reservan más de 3000 construcciones, el resto, se repartirán entre urbanizaciones específicas pendientes de desarrollar, contemplando un sistema general de espacios libres y zonas verdes, que será de un 20,43% de la superficie, superior al mínimo exigido por la ley, o contemplando también como una prioridad la protección de espacios naturales de interés local como es el caso de A Serra do Galiñeiro, A Fraga da Oliveira o la Foz do Miñor” concluyó el alcalde.

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