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Los quads y motos causan graves destrozos en montes de O Rosal y Goián

Daños producidos por quads y motos en los montes de O Rosal

Al igual que sucedió recientemente en Porriño, Salceda y Ponteareas, los comuneros de O Rosal y de Goián (Tomiño), denuncian los destrozos constantes que los quads, motos y bicicletas están causando en los montes, especialmente en las comunidades de San Xoán de Tabagón, San Gregorio de Pías y Goián, por ser zonas apartadas de la circulación y por tanto más complicado de que los responsables sean “cazados”. El problema, lamentan los comuneros, es que estos vehículos no circulan por los caminos habilitados para los coches, sino que lo hacen “monte a través”, destrozando a su paso numerosas especies y la fauna que se sitúa bajo ellas. Mueven la tierra, dejan al descubierto las piedras y destrozan completamente las pistas, por lo que terminan provocando riegos en las zonas por las que pasan. “Acaban con todo, incluidos los cortafuegos”, lamentan las comunidades de montes afectadas. En O Rosal hay específicamente señales que indican que solo se pueden circular por las pistas y caminos habilitados, y a un máximo de treinta kilómetros por hora. “Y no cumplen ni una cosa ni la otra. Pasan a sesenta o setenta kilómetros por hora”, denuncian los comuneros.

La llegada de quads, motos y bicis que causan estos destrozos se produce especialmente los fines de semana, sobre todo los domingos a última hora de la mañana. Y pese a que hay puestas varias denuncias ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, el hecho de que la central de este servicio en el Baixo Miño se encuentre en Tui provoca que sea difícil que los agentes cojan en el acto a los conductores que están cometiendo esas ilegalidades.

Así ha quedado una zona del monte de O Rosal.

Los pilotos que circulan por el monte se enfrentan a posibles sanciones, pues la normativa es clara a este respecto. La Ley 7/2012 del 28 de junio de Montes de Galicia dispone que las pistas forestales quedan adscritas a la gestión forestal y en ningún caso tendrán consideración de “acceso rodado público”. “Queda prohibida la circulación motorizada campo a través, por senderos, cortafuegos o vías de seca de madera, excepto para aquellos vehículos vinculados a la gestión forestal, cinegética en los períodos habilitados, prevención de incendios, u otros autorizados”, regula el artículo 98, al mismo tiempo que fija sanciones para los que incumplan lo establecido. Y, a esto, hay que sumar que los montes comunales no son públicos, son propiedad privada y que por lo tanto se rigen por su propia normativa.

"Caballitos y derrapes"

Los comuneros denuncian ya no solo la excesiva velocidad a la que van sobre todo los quads y las motocicletas por zonas no autorizadas, sino los constantes “caballitos y derrapes” que producen continuos movimientos de tierra. Ocurre el mismo efecto en los cortafuegos, pues eliminan los cortes trasversales, que son los que impiden las corrientes, desviando las aguas hacia las cunetas. El problema además es que estos vehículos motorizados que están pasando sin control por los montes comunales de O Rosal y Goián impiden la regeneración de los pinos replantados, al destrozarlos completamente a su paso.

“Nos encanta ver a la gente que viene a pasear por el monte y disfrutan de la naturaleza. Por eso duele tanto que vengan individuos con sus motos a estropear este maravilloso paisaje”, claman las comunidades afectadas de montes de O Rosal y Tomiño, que recuerdan que hay lugares en los que a los responsables de actos como estos (conducir quads por el monte por zonas no habilitadas para ello) les han multado con más de tres mil euros.

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