Patos y Pantín fueron las primeras playas de Galicia en ver una tabla hace medio siglo. Su historia paralela vinculada al surf se cruza por fin. Los ayuntamientos de Nigrán y Valdoviño inician los trámites para hermanarse oficialmente. El pontevedrés aprobará la formalización de los lazos en el próximo pleno, previsto el día 22, y el coruñés lo hará en marzo. La unión cuenta con la bendición de la Federación Galega de Surf y la Asociación de Escolas de Surf de Patos.

La idea surgió hace poco más de dos años cuando la localidad coruñesa inauguró el Océano Surf Museo, el primero de España dedicado a este deporte. Una delegación valdoviñesa presentó la iniciativa cultural en Patos y los alcaldes de ambas localidades iniciaron contacto. “Los dos concellos deseamos fomentar la cultura surfista común y promover los valores que conlleva. Sería el primer hermanamiento para Nigrán y una fórmula excelente para mantener ese vínculo que ya nos une desde los años 70”, señala el regidor nigranés, Juan González.

El surf está cada vez más arraigado entre la población nigranesa y la playa de Patos es un foto de atracción de turismo y de aficionados de toda el área de Vigo, e incluso de otros puntos de la comunidad gallega. El gobierno local quiere incidir en el apoyo y divulgación del modo de vida alrededor de este deporte al considerar que fomenta valores ecológicos, sanos y sostenibles. Es además un revulsivo económico para el municipio. El barrio de Patos, en Panxón, con sus playas de Cansadoura, el Pico de Patos y el propio arenal de Patos reúnen varias escuelas de surf y, paralelamente, negocios de hostelería y tiendas especializadas. Lo mismo que ocurre en Valdoviño. Para ambos municipios es además un seguro de desestacionalización, ya que en invierno, cuando se van los bañistas, llegan o se quedan los surfistas. Es en temporada baja cuando se celebran en los dos puntos campeonatos locales, autonómicos, nacionales e internacionales de prestigio, “que contribuyen a difundir la imagen de Nigrán y Valdoviño como municipios sanos, saludables, ecológicos y donde la naturaleza es protagonista”, destaca González.

Historia

La historia del surf en Galicia, polarizada en los mencionados arenales de Patos y Pantín, está documentada en el museo valdoviñés. Allí se pueden ver las primeras fotografías de los amigos vigueses Nicolás Pita, Ángeles Vega y los hermanos Nacho y Víctor Montenegro, los primeros surfistas gallegos, que iniciaron su trayectoria en Patos a mediados de los años 60 del pasado siglo. Comenzaron con tablas de fabricación propia llamando la atención de los bañistas, que jamás habían visto semejantes artefactos. En 1969 compraron otra en Biarritz para compartir, luego otra en Asturias y así disfrutaron de las olas de forma autodidacta hasta que en 1974 llegaron a Nigrán tres australianos que los ayudaron a evolucionar.

En 1975 se iniciaban en el arenal nigranés los vigueses hermanos Irisarri, una saga de apasionados del surf y la pesca submarina. Uno de ellos, Vicente, fue el principal nexo de unión entre las dos cunas gallegas del surf. A principios de los 80 se mudó a Ferrol por motivos profesionales y allí impulsó el Pantín Classic.

Los viajes laborales de esta familia permitieron la llegada de los últimos modelos de tablas y de los primeros trajes de neopreno, difíciles de conseguir por aquel entonces en España.

En los ochenta el surf se populariza en Patos, más aún con la apertura en Vigo de la primera tienda especializada, Novalbos, que consolidó por completo el deporte en la comarca.