Alcaldes, alcaldesas y presidentes de cámara del territorio transfronterizo del río Miño se concentraron ayer en el puente viejo de Tui para protestar por el cierre de la frontera con Portugal y reclamar que se abran todos los pasos existentes, siempre con controles necesarios para facilitar la circulación de los trabajadores transfronterizos. Con letras gigantes de SOS manifestaron su indignación y calificaron de “escándalo” que tras lo acontecido durante la primera ola de la pandemia se vuelva a cometer el mismo error de habilitar un solo paso (concretamente el puente nuevo de Tui, a través de la autovía), “castigando al personal laboral, que por las restricciones es el único que puede cruzar la Raia, a dar rodeos kilométricos”. Y es que por ejemplo vecinos de A Guarda o Tomiño, entre muchos otros municipios, tienen que ir hasta Tui para poder cruzar la frontera con todo lo que eso supone: levantarse considerablemente más temprano para ir a trabajar, más gastos en combustible y más dificultades para conciliar. En total son unos 6.000 empleados transfronterizos los que se ven afectados por este cierre de los pasos.

La alcaldesa de Tomiño (que no pudo estar en el acto porque está en cuarentena tras estar en contacto con una persona positiva por COVID, aunque ella ya ha dado negativo), al igual que sus homólogos, apuesta por poner controles fronterizos en todos los pasos peatonales para controlar que solo puedan entrar en Portugal y Galicia respectivamente las personas que tienen que desplazarse por motivos laborales. “Es lo más razonable. No estamos en contra de las medidas sanitarias, pero el cierre fronterizo está provocando un importante trastorno en el día a día de muchas personas. Con reabrir y poner controles se solucionaría, permitiendo pasar aquellos que lo justifiquen por motivos laborales”, explica la regidora. En la misma línea se muestra el alcalde de Tui, Enrique Cabaleiro, que apela a la “sensibilidad” de los Gobiernos ya que “no son conscientes de la peculiaridad de estos territorios” y de lo que el cierre fronterizo provoca. Cabaleiro apunta además a que lo que está sucediendo lleva a que la circulación de vehículos se concentra toda en Tui, al ser el único municipio por el que se puede llegar al norte luso las 24 horas, con todos los problemas que ello acarrea.

La Agrupación Europea de Cooperación Territorial del río Miño (AECT) informó que el “férreo” cierre fronterizo incluso afectó al acto de protesta convocado ayer, ya que no fue posible el encuentro entre los alcaldes de los municipios portugueses y gallegos porque las fuerzas del orden “impidieron la escenificación” en el puente viejo de Tui pese a que “se trataba de un acto simbólico” y les obligaron a mantener la separación de unos veinte metros.