El barrio de A Pedra es el único casco histórico de Gondomar y se sitúa en la parroquia de Morgadáns. Junto sus viales empedrados hay edificaciones del siglo XVIII aunque su origen se remonta a mucho antes. Su deterioro es considerable y nunca tuvo saneamiento, de manera que las fugas de aguas residuales hacia el río del que bebe la red general de suministro de agua suponen un problema de salud pública para todo el municipio. La recuperación de la zona lleva más de 15 años sobre la mesa de la Administración local. Pero será este año al fin cuando las primeras alcantarillas lleguen al núcleo protegido. El Concello destinará medio millón de euros al proyecto, que incluye mejoras estéticas como la sustitución del adoquinado, el soterramiento del cableado y la mejora de la iluminación, además de la recogida de pluviales para evitar inundaciones.
El Ayuntamiento romperá hoy mismo la hucha para afrontar esta vieja demanda de Morgadáns y otra obra por 200.000 euros que considera urgente: la sustitución de la hierba artificial del campo de fútbol de As Cercas, cuyo deterioro tras 14 años de uso ha provocado numerosas caídas y lesiones a los jóvenes deportistas que lo utilizaban a diario antes de la pandemia.
Ambas partidas proceden del superávit municipal, o lo que es lo mismo, el remanente de tesorería, que alcanza los 2,8 millones en el Concello de Gondomar. La Ley estatal de Estabilidad Presupuestaria, más conocida como Ley Montoro, impedía a los ayuntamientos utilizar sus ahorros para nada más que la amortización de deuda, pero las urgencias de la pandemia han llevado al actual Ejecutivo a abrir la veda del gasto. Gondomar ha decidido usar casi un millón este año y dejar el resto para “urgencias que puedan surgir”, según explica el alcalde, Francisco Ferreira.
El gobierno municipal aprobará hoy en pleno el destino de esos fondos. Además de los 520.000 del barrio de A Pedra y los 203.000 del campo de As Cercas, se destinarán otros 100.000 a las ayudas a hosteleros y taxistas afectados por la crisis del COVID, otros 100.000 a la compra de la Casa Peralba –para la que el Ayuntamiento dispone ya de un préstamo de la Xunta de 300.000 euros– y 47.000 a la provisión de asfalto para reparar viales.
El primer presupuesto en 9 años, en marzo
La situación económica de Gondomar está “perfectamente saneada, como refleja el remanente y como nos dicen los informes de Intervención”, subraya el regidor. No obstante, el Concello opera con el presupuesto que aprobó el último gobierno del PP en 2012 prorrogado 9 veces. Francisco Ferreira espera aprobar sus primeras cuentas desde que es alcalde esta primavera. “Estamos ultimando el reparto de partidas y esperamos llevarlo a pleno en marzo”, aseguró ayer.