El paso de los días y los indicios que van recabando los investigadores permiten ir poco a poco arrojando luz sobre algunos de los interrogantes que se ciernen sobre la muerte de Roberto C.P., el vecino de Chapela (Redondela) cuyo cadáver fue hallado atado de pies y manos, amordazado y con un chaleco rojo sobre su cabeza. Aunque oficialmente el mutismo sigue siendo absoluto, fuentes próximas al caso confirmaron que la Policía Nacional de Vigo ya trabaja con la hipótesis principal y muy afianzada de que lo ocurrido fue un crimen: un homicidio o un asesinato. Y todo apunta a que la víctima murió por asfixia. Las pesquisas de los agentes para intentar esclarecer lo ocurrido se centran en el entorno del fallecido y una de las líneas que siguen es que esta violenta muerte podría estar relacionada con el mundo de las drogas. Aunque bastante antiguo –de 1995–, al fallecido le constaba un antecedente por un delito de tráfico de estupefacientes.

Aparece el cadáver de un hombre maniatado y con una bolsa en la cabeza en Chapela

Aparece el cadáver de un hombre maniatado y con una bolsa en la cabeza en Chapela Ricardo Grobas

Ayer fue una jornada de mucho trabajo. Mientras los policías siguieron con los interrogatorios y volvieron a la casa a una nueva inspección, en el Hospital Nicolás Peña los forenses del Imelga de Vigo realizaron la autopsia al fallecido, sobre la que también hubo gran mutismo oficial. No se pudo practicar ya el domingo debido a que, a raíz del COVID, antes de las necropsias es necesario hacer una PCR a los cadáveres para garantizar que arrojan un resultado negativo al virus. Junto a la autopsia, como es habitual en estos casos habrá que esperar a los análisis adicionales en el Instituto Nacional de Toxicología de Madrid de cara a que haya un informe forense definitivo. Sobre la causa de la muerte, los indicios apuntarían a que fue por asfixia.

Los vecinos de la zona se mantenían ayer todavía incrédulos por lo sucedido. Nada hacía presagiar una muerte tan extraña a una persona que no tenía problemas con nadie en el barrio. “Era un buen chico, no sabemos qué le pudo pasar. Vivía solo y tenía una vida tranquila”, comenta una vecina. No se le conoce dedicación laboral. Se cree que vivía de una pensión de incapacidad derivada de un accidente de moto que tuvo hace años.

A escasos metros de la casa donde ocurrieron los hechos se encuentra la empresa Repainox, dedicada al sector industrial y naval. Algunos de sus trabajadores conocían de vista al fallecido, al que veían a diario paseando a su perro. “Era algo introvertido, iba a su aire, pero no se metía con nadie. Tenía buena relación con todo el mundo, era educado, saludaba al pasar. Nunca imaginamos que pudiera pasar algo así”, lamenta uno de los empleados.

Agentes de la policía local y vecinos, en el lugar de los hechos Ricardo Grobas

Vuelven a inspeccionar el escenario de los hechos

Un equipo de la Policía Científica de la comisaría de Vigo-Redondela acudió ayer de nuevo a a la casa de Chapela en la que residía el hombre que el pasado sábado apareció maniatado y con una bolsa en la cabeza. Los agentes acudieron al domicilio sobre las cuatro de la tarde y permanecieron en su interior durante más de una hora analizando el escenario de los hechos, buscando huellas y pistas que ayuden a esclarecer las circunstancias de la muerte de Roberto C.P., de 51 años. Los investigadores también recorrieron el patio trasero de la casa, que permanece precintada, y el realizaron fotos tanto del interior como del exterior. El domicilio, según trascendió el mismo día en que se encontró el cadáver, no se encontraba desordenado.