Sufrir un problema grave de salud cualquier noche de domingo a jueves tiene doble riesgo en la comarca del Val Miñor. Si hay otro miñorano en apuros y la única ambulancia del servicio de urgencias de A Xunqueira está ocupada, no queda más que aguardar a que llegue otra procedente de Vigo o de donde el 061 decida. Arranca el año 2021 y en agosto se cumplirá una década desde que los más de 44.000 vecinos de Baiona, Nigrán y Gondomar, el triple en verano, se juegan la vida al tiempo de respuesta. El Sergas suprimió el horario de 22.00 a 10.00 del equipo de emergencias sanitarias de Baiona fuera del fin de semana y nada hace pensar que vaya a restituirlo. Han sido varias las reclamaciones en el ámbito político sin éxito. El BNG vuelve a la carga con una enmienda a los Orzamentos de la Xunta.

Los nacionalistas han presentado un recurso a las cuentas del Ejecutivo autonómico popular, con el fin de que incluyan la dotación económica necesaria para la recuperación del servicio con dos ambulancias las 24 horas 365 días al año. Los portavoces locales de la formación –el baionés Iago Pereira, la gondomareña Manuela Rodríguez y el nigranés Xabier Rodríguez– presentaron la propuesta acompañados de la diputada autonómica Carmela González. Consideran que la situación genera “situaciones de máximo riesgo para los pacientes”. Y es que el viaje de cualquier vehículo, en este caso sanitario, desde la ciudad ronda la media hora.

La retirada de la ambulancia del puesto baionés generó una discreta contestación social en el verano de 2011. Decenas de vecinos salieron a la calle en una protesta convocada por los propios trabajadores del servicio, pero a partir de entonces, la cuestión apenas excedió el debate político en las sesiones plenarias.

Hace dos años que el Bloque llevó sendas propuestas a los tres plenos miñoranos. Salieron aprobadas por unanimidad en los tres casos e incluso en la junta de la Mancomunidade do Val Miñor, pero tampoco surtieron efecto.

La enmienda nacionalista apunta además a la necesidad de ampliar otros servicios del Punto de Atención Continuada (PAC) do Val Miñor, en A Xunqueira. Reivindican la ampliación de los horarios radiología, de salud mental y de fisioterapia “por ser claramente insuficientes a juzgar por las listas de espera que presentan”.

La precariedad de los citados servicios se agudiza en plena pandemia al reducirse al mínimo las consultas presenciales. “El COVID-19 ha puesto al límite nuestro sistema sanitario y dejó en evidencia lo necesario que es invertir en salud y que la repercusión de los once años de recortes del PP tiene unas consecuencias desastrosas con escasez de profesionales, con agotamiento físico y mental insoportable, listas de espera de semanas, incluso para una consulta telefónica, pacientes crónicos descompensados e incluso personas haciendo cola a la intemperie para acceder a los centros”, denuncia la parlamentaria Carmela González.