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Tregua histórica entre A Feira y Barreiro

Rancho de Entroido de A Feira a mediados del siglo XX. | // D.P.

Desfile de la comparsa de Castro Barreiro por las calles de Salceda el año pasado. | // D.P.

El año pasado se salvó por los pelos y quizás fue una de las últimas fiestas multitudinarias sin distancias de seguridad de la normalidad antes que hubiera que llamarla “nueva”. Pero en este 2021, con la tercera ola marcando récord de contagios en Galicia, uno de los eventos más singulares del área metropolitana de Vigo, el enfrentamiento que los barrios de A Feira y Castro Barreiro disputan cada martes de Carnaval en Salceda, cuelga las plumas y los altavoces hasta que la pandemia permita quitar las mascarillas para ponerse los antifaces. Antes de que la Xunta anunciara las últimas restricciones, ambos barrios confirmaron a FARO que “el Carnaval lo damos por perdido”.

Aunque, en un hipotético caso, el COVID diera una tregua a mediados de febrero y estuviera permitida algún tipo de celebración, sería inviable que las carrozas y comparsas de A Feira y Castro Barreiro desfilaran por Salceda como llevan haciendo, al menos, desde 1888, para demostrar al contrario quién organiza la mejor fiesta. Y es que dicho enfrentamiento es fruto del trabajo realizado durante todo el año. Primero con la organización de actividades para recaudar fondos y luego con las reuniones para pensar la temática, comprar el material, coser los disfraces, construir las carrozas y ensayar las coreografías. Actividades, todas ellas, incompatibles con las medidas de contención de la pandemia.

“Partimos de la base de que no pudimos organizar muchas de las actividades con las que recaudamos fondos, como, por ejemplo, el Trail y la BBT prevista para este mes”, explica Rocío Troncoso, portavoz del bando de Castro Barreiro. “La decisión está prácticamente tomada desde octubre”, comenta Troncoso, indicando que, aunque se valoró la idea de preparar algo pequeño solo para la gente del barrio, “preferimos no arriesgar, no podemos controlar que la gente no aparezca”.

Lo mismo pasa en A Feira, donde, además, hace tres años recuperaron el Rancho de Entroido, una danza desparecida del Carnaval tradicional gallego bailada por damas y danzantes y escoltada por caballeros. Este año, además, tenían previsto estrenar un Rancho de Entroido infantil, pero ya tuvieron que suspender los ensayos y “todo está en el aire”, explica Abel Pérez, portavoz de A Feira. “Los niños tenían mucha ilusión”, lamenta Abel, indicando que, al igual que hicieron en Reyes con el Rancho de Reis, “con la versión infantil queremos hacer cantera para que no vuelva a desaparecer esta tradición”. Del avance de la pandemia dependerá que A Feira pueda danzar para sus vecinos en Carnaval, como ya hizo en Navidad, con distancias, mascarillas y varias ubicaciones para evitar aglomeraciones.

Con todo, a falta de menos de un mes para celebrar esta inusual batalla, ambos bandos tiran la toalla por una buena causa: la salud. Se interrumpe así una tradición centenaria cuya primera prueba documental aparece hace 133 años. Solo hay constancia de su suspensión durante la Guerra Civil, cuando estaban prohibidas las fiestas paganas. Y, aun así, por aquel entonces, el barrio de A Feira logró despistar al bando sublevado camuflando la fiesta con una celebración en honor a un Santo. “Lo dicen los más viejos del barrio, la Guerra no nos pudo parar el Carnaval y nos lo para el COVID”, comenta Abel Pérez.

Este año no será tan fácil esquivar al enemigo, disfrazado de virus. No obstante, desde Salceda anuncian que “no vamos a pasar esos días sin pena ni gloria; habrá alguna sorpresa”. Tanto en A Feira como en Castro Barreiro ya planean una celebración virtual de la fiesta, vistiendo las redes sociales de imágenes y vídeos de batallas anteriores. Una manera en la que, por primera vez, combatir contra un adversario común.

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