Las restricciones COVID ahogan cada vez más a la hostelería baionesa. Tras dos meses de aislamiento -primero al quedar fuera de la almendra de Vigo y por lo tanto lejos de sus principales clientes de la ciudad y de Nigrán y Gondomar y después con el cierre perimetral en solitario-, los negocios afrontan desde hoy la prohibición de servir en el interior y solo pueden trabajar en las terrazas al 50% de ocupación. Imposible en jornadas borrascosas como la de hoy. La solución que aporta el Concello no es a corto plazo, pero pretende que bares y restaurantes puedan trabajar todo el año, al menos los que cuentan con espacio en el exterior, a prueba de pandemias. El alcalde, Carlos Gómez Prado, plantea cubrir las terrazas y busca financiación para ayudar a los autónomos del sector a costear las estructuras. 

El asunto se abordó en una reunión con dirigentes de la Asociación de Comerciantes y Empresarios (Aceba), asegura el regidor, que ha solicitado una reunión a representantes de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta para tratar la viabilidad estética de la iniciativa. “Ante estas circunstancias lo que tenemos que conseguir es que los hosteleros trabajen todo el año y la imagen debe ser homogénea y adecuada al entorno”, explicó ayer. El regidor calcula entre 70 y 80 terrazas en todo el territorio baionés y afirma que los gastos serán muy cuantiosos, pero confía en que la iniciativa salga adelante. Paralelamente habrá que aprobar una ordenanza que regule el tipo de estructuras y cerramientos permitidos, la extensión, mesas y sillas, etc., añade.

La colocación de cubiertas en las terrazas forma parte del plan estratégico de reactivación del comercio y la hostelería en el que trabaja el gobierno baionés en colaboración con Aceba, un proyecto que "ayude a recuperarse a Baiona cuando pase todo esto, para que siga siendo un referente" y que incluirá, adelanta el alcalde, campañas de marketing y actividades de todo tipo para atraer visitantes. No contempla el Ayuntamiento baionés ayudas directas a los hosteleros damnificados por las restricciones decretadas por la Xunta. Para Gómez Prado, las subvenciones "son pan para hoy y hambre para mañana" y que no forma parte de las competencias municipales. "El ente competente es la Xunta. Es el que tiene el dinero y el que tomó la decisión de restringir la actividad hostelera", afirma. A su presidente, Alberto Núñez Feijóo, le exige el regidor baionés que aclare "dónde están los millones que envió Europa para estas cuestiones". 

Denuncia que el Concello "lleva gastados 225.000 euros en gastos COVID que no son de su competencia como desinfección de colegios, de calles y protocolos". Recuerda además que "Baiona fue uno de los primeros concellos en eliminar la tasa de ocupación de la vía pública para las terrazas y eso va a continuar este año 2021".

El Concello de Baiona no prevé ayudas directas por el momento. El alcalde, Carlos Gómez. considera que “son pan para hoy y hambre para mañana”. Su intención es elaborar un “plan estratégico de reactivación económica para ayudar a la hostelería y al comercio baioneses a recuperarse y a seguir siendo un referente”. Así lo habló la noche del martes con dirigentes de Aceba en una reunión. Además de organizar campañas promocionales y actividades para atraer visitas, el proyecto contempla la posibilidad de cubrir todas las terrazas del municipio, “para que puedan trabajar todo el año”. Gómez busca financiación para ayudar a los hosteleros a costear las estructuras y ha solicitado ya una reunión a la Dirección Xeral de Patrimonio para abordar la viabilidad estética de la iniciativa.