El comercio de Tui ya no puede resistir durante mucho más tiempo el cierre perimetral aislado en el que lleva inmerso desde hace más de dos meses. Es el único de Galicia en esta situación, que, según las últimas medidas anunciadas por la Xunta para contener la tercera ola del COVID, se extenderá al menos hasta mediados de febrero. Un mes más de sequía para las huchas del comercio local, para el cual es imposible aguantar abierto sin los clientes de municipios limítrofes y Portugal. Para dejar constancia de su angustia, muchos establecimientos cerrarán sus puertas el próximo martes en señal de protesta.
Por supuesto, saben que la salud es lo primero, pero piden al gobierno gallego una compensación económica proporcional a las restricciones de cada concello. El caso de Tui es extraordinario, pues lleva cerrado perimetralmente desde el 6 de noviembre, sin posibilidad de almendra con otros municipios, como sí sucedió en Vigo o en el resto de ayuntamientos del Baixo Miño. Y, para más inri, ni siquiera la medida parece funcionar, pues, el número de contagios ha aumentado con respecto a hace dos meses.
“Estamos aislados y los contagios siguen al alza. Algo se está haciendo mal”, lamenta Lupe Pérez, de la tienda de moda infantil Joy Baby. Lupe es una de las promotoras de la protesta que se realizará el martes, a la que ya han confirmado su respaldo cuarenta comercios de Tui. “Cada día cuesta más levantar la verja”, comenta Lupe, explicando que el cierre parcial de la hostelería agrava la situación. “Es todo una cadena. Si cae uno, caemos todos”, valora.
Uno de los mejores ejemplos de que el cierre perimetral ahoga al comercio tudense es el de Zapatería Veiga. En este establecimiento de reparación de calzado notan un aumento del trabajo en tiempos de crisis debido a que la gente, en lugar de comprar zapatos nuevos, arreglan los que ya tienen. No obstante, “desde que Tui está cerrado perimetralmente la facturación bajó entre el 60 y el 70%”, comenta Sergio Veiga, propietario de la zapatería. “Tenemos una cartera de clientes muy grande de Tomiño, Salceda y Valença que perdimos. Esto nos afecta muchísimo”, lamenta.
Pérdida de encargos
En una situación similar se encuentra la Tintorería Miño. Su responsable, Victoria Gómez, ha tenido que cerrar tres tardes por semana “y ya estoy planteándome cerrar todas las tardes”. Además de perder los encargos de lavandería industrial de hoteles, “de ahí ya no entra nada”, lamenta; también se ha quedado sin la clientela de otros Concellos donde no hay lavanderías, como Tomiño o Salceda. “No podemos sobrevivir así”, destaca Victoria.
“El negocio no se sustenta solo con la gente de Tui”, coincide Hortensia Rodríguez, de la Floristería La Flor. “Llevo 38 años aquí y este es el peor de todos, peor que la crisis de 2007”, valora Hortensia, cuyo negocio se ha visto gravemente afectado por la cancelación de bodas, bautizos y comuniones. A esto hay que sumar el cierre perimetral que hace que, aunque tenga autorización para entregar pedidos fuera de los límites de Tui, “la gente ya no nos llama porque sabe que estamos cerrados y piensa que no podemos trabajar para fuera”.
Entre todos urgen soluciones y ayudas porque “Tui se muere”, por lo que, además de cerrar el próximo martes, también van a escenificar un cementerio con las cruces de todos los comercios afectados por el cierre perimetral. Un cierre sobre el que ya ha manifestado su preocupación el gobierno local en reiteradas ocasiones y que también ha trasladado a la Xunta. De hecho, el Concello ha destinado 50.000 euros a la financiación de unos bonos de 10 euros para gastar en el comercio tudense que estarán disponibles a partir de febrero.