La Comunidad de Montes Vecinales de Padróns sigue echando mano del voluntariado para repoblar su monte vecinal. Esta parroquia fue una de las más castigadas por los incendios de 2017 y no pudo salvar nada de su arbolado “quedándonos absolutamente sin recursos”, narra su presidenta, Olga Ruido.

La última de las intervenciones del voluntariado fue el pasado fin de semana. Treinta y ocho personas participaron en las tareas de repoblación entre voluntarios y comuneros. “Hicimos dos actuaciones; la primera la plantación de 2,5 hectáreas de árboles autóctonos, y la segunda la limpieza de una zona que se plantó el año pasado”, afirmó la presidenta.

El voluntariado que participa en esta acción es de toda Galicia, “vienen incluso de A Coruña”, aunque algunas personas son de la provincia de Pontevedra. Indica la presidenta que la comunidad que está “muy agradecida a esas personas, algunas colaboran desde el primer año”. La entidad mantiene una jornada abierta el último domingo de cada mes para repoblar o para realizar tareas de conservación y limpieza. Esa mano de obra gratuita se une a las inversiones que se están realizando con apoyo de instituciones.

Desde 2017, año en el que la comunidad perdió 700 hectáreas de arbolado, están trabajando en una ardua tarea de repoblación, la mayoría con árboles autóctonos. “Son muchas hectáreas que hay que recuperar y se necesita mucho tiempo para hacerlo”, explica.

La responsable vecinal indica que el monte de Padróns ha resultado hasta ahora muy castigado por los incendios del monte Galleiro. “Contamos con ayuda de la Xunta de Galicia, que nos ha apoyado en la recuperación de una parte enorme, pero queda mucho por hacer”, mantiene.

Además también han contado con el apoyo del Banco Santander en una actuación respaldada desde la comunidad autónoma “porque somos una de las zonas más castigadas de Galicia”. “Tenemos una vaguada que en cuanto el fuego entra es muy difícil pararlo”, comenta Olga. Añade que las actuaciones que se realizan son tendentes a mejorar esa situación, creando un freno natural a los incendios con plantaciones bien organizadas y árboles autóctonos. “Además se han creado pastizales y ya tenemos ganado, que es otra de las medidas para luchar contra los incendios; todo el trabajo bien hecho de ahora evita los fuegos del futuro”. Las plantaciones aún continuarán hasta principios de febrero.