La tradición más valiente continúa tres décadas después. La Peña Cemento de A Guarda cumplió una vez más con su cita de Fin de Año y una treintena de sus miembros tiró el jueves de osadía para bañarse en la playa de Area Grande. No hay bajas temperaturas ni lluvias que paren a estos intrépidos bañistas que, con devoción casi religiosa, confían a las gélidas aguas del Baixo Miño su salud para el año entrante. Hubo incluso quien se encomendó al helado chapuzón de despedida del 2020 para vencer la amenaza del COVID-19.