El grupo municipal del BNG de Soutomaior califica de “escándalo medioambiental” el que la Xunta dejase caducar el expediente de extinción de la Presa do Inferno. Este salto, que tiene un importante impacto ecológico en los ríos Verdugo y Oitavén, afecta también a los bancos marisqueros del fondo de la ría de Vigo que dan de comer a más de 200 familias en Soutomaior. Los nacionalistas aseguran que exigirán responsabilidades tanto en el Parlamento gallego como en el pleno municipal de Soutomaior.

El Plan Hidrolóxico de Galicia establecía que la concesión de este salto para la explotación hidroeléctrica finalizaba en 2017. A pesar de que el BNG registró iniciativas en el parlamento gallego para exigir que se informase sobre el estado de los trámites de extinción de esta central, la Xunta “ni siquiera contestó estos requerimientos y dejó caducar este expediente de extinción”.

El portavoz municipal y diputado del BNG, Manu Lourenzo, considera “escandaloso” que el PP dejase caducar este expediente de extinción. “Con esta maniobra, turbia como pocas, se beneficia con alevosía a una empresa que sigue beneficiándose de forma fraudulenta”, afirma Lourenzo, que advierte de las consecuencias “tremendamente perjudiciales para nuestra riqueza ambiental y para los bancos marisqueros”.

El edil nacionalista destaca que esta central “ni crea energía de calidad ni genera puestos de trabajo en la zona, tan solo da beneficios a los de siempre, pero el PP una vez más antepone su política de puertas giratorias a la defensa del medio ambiente y de nuestros marineros”.