La Policía Local de Tui tiene una versión muy diferente a la de Aquilino Rodríguez, el hostelero dueño de La Gran Manzana que denuncia una “persecución” por parte de los agentes por multarle constantemente por “parar” con su coche frente a su cafetería. Según el propio inspector jefe de la Policía Local de Tui, Manuel Arca, “es él el que nos persigue as nosotros”. Arca denuncia casos muy graves. Por ejemplo, que Aquilino Rodríguez le echó aceite de oliva en las ruedas de su moto para provocar un accidente y que por ello fue detenido. “No hay ningún tipo de negociación con él porque es un descerebrado, insulta a los policías, va sin mascarilla por la calle… Se le debería poner tres multas al día”, asegura el responsable de la seguridad del municipio. Arca afirma que en la última sanción puesta a Aquilino, por saltarse una señal de Stop, se presentó en la central policial llamando “macarra” al agente que le multó.

Respecto a las denuncias por “parar”, según el hostelero, frente a su local y su casa, el inspector asegura que no hay mucho que rascar. “Si aparca mal, ¿qué espera que pase?”, se pregunta. “Nunca pide permiso para parar y descargar”, asegura el policía. Él reclama más “manga ancha”, y los agentes defienden que su comportamiento hace inviable lograr la ansiada “paz” que busca el Ayuntamiento. Porque según apunta el inspector jefe, hace unas semanas tuvieron que llamarle la atención porque había un cliente en la terraza del bar sin mascarilla, y que el hostelero lo llevó para el interior del local para evitar que fuera sancionado.

Aquilino Rodríguez, junto a su céntrica cafetería La Gran Manzana ALBA VILLAR

El conflicto viene de lejos. “Tuvo follón también con mis predecesores”, asegura Arca. Todo comenzó hace ya casi veinte años, cuando el dueño de La Gran Manzana fue sancionado por poner sombrillas con publicidad en la calle con una multa de 9.000 euros. Desde entonces los rifirrafes son constantes, y a Aquilino le han caído ya unas cuarenta sanciones económicas, la mayoría de ellos por dejar el coche frente a su local, algo que además ahora está mucho más vigilado porque el Concello ha peatonalizado la zona. La situación se vuelve más peliaguda si se tiene en cuenta que la cafetería y la sede de la Policía Local están prácticamente en frente una de la otra. “Quien nos acosa es él a nosotros”, asegura el inspector jefe de Tui. El Concello se había ofrecido a “mediar” en esta batalla que dura ya años, pero la Policía Local ya advierte que “no hay negociación posible”.

Al incidente que denuncia el inspector y que acabó en los juzgados de que Aquilino le vertió aceite de oliva en las ruedas de la moto para provocar un accidente, algo que está demostrado “porque hubo agentes que lo cogieron in fraganti”, sospecha también que el hostelero fue el responsable hace un tiempo de manipularle los frenos de la moto para provocarle un accidente, aunque de esto no tiene pruebas fehacientes.

Otro de los encontronazos que recuerda la Policía Local tuvo lugar durante la celebración de una procesión de San Telmo, durante la cual las terrazas de la Corredera tienen que ser levantadas. ”Se negó a hacerlo y nos echó a la gente contra nosotros”, le acusa Manuel Arca.