Poca gente conoce mejor a los vecinos de Chapela que el doctor Francisco Javier Sáez-Torres Viso. Tras más de media vida pendiente de la salud de los residentes en esta parroquia redondelana, el veterano médico se despidió ayer de sus pacientes entre muestras de cariño y agradecimiento por una labor de la que se siente afortunado. “Siempre me encantó mi profesión y por eso me considero un privilegiado. Llevo casi cuatro décadas viniendo cada mañana contento a mi trabajo y no mucha gente puede presumir de eso”, comenta desde su despacho con una sonrisa tras la mascarilla.

Nacido en Vigo hace 66 años y residente en Poio, ese amor por su profesión le llevó a pedir una prórroga a su jubilación. Aunque en sus últimos años como profesional, por comodidad para evitar tantos kilómetros diarios, quería acercarse a casa, por lo que “con mucha pena” se traslada a Pontevedra. “En Chapela siempre estuve muy a gusto, con muy buenos compañeros que hicieron más fácil el trabajo, y sobre todo, con lo que me quedo, es con la gratitud mostrada por todos los pacientes. Llevo varios días recibiendo el cariño de la gente y eso es muy bonito, sobre todo cuando haces algo que te gusta tanto y ves que la gente lo agradece”, y confiesa que a veces se le pone “un nudo en la garganta” de pensarlo.

Sáez-Torres llegó a Chapela en 1983 cuando aún no existía el actual centro de salud, dotado con siete médicos. El consultorio médico era un pequeño inmueble –el edificio que después ocuparía Correos y que ahora se va a derribar– en el que solo ejercía él, con un pediatra y un médico de asistencia pública domiciliaria (APD). “Era todo más familiar, en aquella época había menos población y prácticamente conocías a todos los vecinos”, recuerda. Una situación que cambió con la inauguración en 1992 del ambulatorio de la Avenida de Redondela, que concentró los dos consultorios que había en la parroquia, el anteriormente mencionado y otro en la zona de abajo.

“El cambio fue abismal, con unas instalaciones mucho más amplias y cómodas, más medios y personal... Pero si tuviera que destacar solo una cosa, el mayor avance en todos estos años ha sido la informática. Eso supuso un cambio radical porque queda todo registrado, al derivar a un paciente al hospital puede consultar su historial médico al momento, y es muy importante”, apunta.