La pandemia ha reactivado la actividad de los autocines en el mundo hasta el punto de duplicarse los existentes en Alemania y de inaugurarse este verano el más grande de Europa en Alicante. La moda que arrasa en plena era de las series entró ayer en el área de Vigo por Baiona. Eran cien las plazas de aparcamiento que el Concello había puesto a disposición de los vecinos para disfrutar del largometraje “Una cuestión de género” . No solo quedaron reservadas enseguida, si no que se abrió una lista de espera por si finalmente alguno de los inscritos fallaba. Los afortunados abarrotaron al anochecer la explanada de Chan da Lagoa con la ilusión de vivir en directo ante una pantalla de 150 metros cuadrados lo que tantas veces habían visto en las películas americanas.

La seguridad de evitar cualquier contacto social en el interior del coche desató el interés por la actividad

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La seguridad de evitar cualquier contacto social en el interior del coche desató el interés por la actividad, por lo que los “acomodadores” no pararon desde las 18.30 para colocar a cada uno en su sitio y dar instrucciones de sintonización de las radios para escuchar el film. Y algunos locales de hostelería que prepararon los “menús de cine” para la ocasión también se emplearon a fondo.

Un éxito para la Concellería de Igualdade que dirige Yasmina Moreira, que pretendía echar mano de una fórmula atractiva e innovadora, con el apoyo de la comunidad de montes de Baíña que cedió el espacio, para divulgar un mensaje feminista y concienciar sobre los derechos de la mujer. La película, dirigida por Mimi Leder, se inspira en la historia real de la jueza estadounidense Ruth Bader Ginsburg, icono del alucha por la igualdad que falleció en septiembre.