La alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, trasladó ayer a los diputados del PP en el Congreso de los Diputados la necesidad de presentar una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado para que se libere de peaje el tramo de la AP-9 entre Puxeiros y Porriño (de solo 8 kilómetros), para desviar el tráfico de la tan peligrosa A-55.

Arévalo destacó que “en el caso de Redondela está el ejemplo de que si se quiere, se puede, con la diferencia de que en ese caso las motivaciones son económicas y en el caso de Mos están vidas en juego”.

Dado que está en vigor el periodo de enmiendas, la regidora local mosense anuncia también que convocará la semana que viene una reunión urgente con los portavoces de la corporación municipal mosense para trasladarles la iniciativa emprendida desde el PP y pedirles que les exijan a sus partidos que hagan el mismo y que también ellos inicien trámites de enmienda a los presupuestos para la gratuidad de este tramo de peaje.

“Lo ideal para hacer la mayor fuerza posible”, explica Arévalo, “sería que existiera una propuesta de enmienda de cada partido político y que los diputados de cada uno actúen de cara a que se concrete una partida para liberalización del peaje”.

Por eso la alcaldesa insistirá en la reunión que mantenga con los corporativos municipales en “que cada portavoz se implique en realizar gestiones directas e intensas con sus líderes, diputados en Cortes y Senado para adquirir el compromiso”. Además anunció con contundencia que “haré un seguimiento de este tema hasta conseguir nuestro objetivo de desviar el tráfico de la carretera más peligrosa de España, ya que es la liberación del peaje de la AP-9 la solución más inmediata y más eficaz a corto plazo para evitar accidentes, atascos, heridos y muertes”.

La regidora indicó que conseguir la liberalización del trayecto de la AP-9 entre Puxeiros y Porriño resulta de máxima prioridad para los vecinos de Mos y comarca así como los que acceden a Vigo procedentes de la Meseta y Portugal.

El trayecto de la A-55 a su paso por Mos es uno de los tramos más peligrosos del Estado Español lo que se refleja en el alta siniestralidad contrastada por los numerosos datos estadísticos que ocasionan numerosos daños materiales y personales.

Con el fin de disminuir esta siniestralidad se realizó una reforma reciente y se colocaron radares con una limitación de velocidad a la 60 km/h en un trayecto de curvas , medidas que se bien evitan. en parte el crecimiento de la siniestralidad provoca numerosas retenciones por el elevado tráfico. Estas consecuencias afectan a toda la ciudadanía, pero especialmente a los habitantes del sur de la provincia de Pontevedra por ser los mayores usuarios de esta vía.