Con los montes comunales en vías de recuperación y los privados todavía con madera quemada y una invasión de rebrotes de eucalipto, Chandebrito, la zona cero de la tragedia del 15 de octubre de 2017, sigue a la espera de un proyecto que pretende resarcir parte del daño. Se trata del parque forestal de Os Matos, un espacio natural sobre el terreno quemado que comparte con la vecina parroquia de Camos, que también sufrió los efectos de aquella oleada de incendios, aunque en menor medida, y que también aguarda impacientemente por una idea que pondrá en valor su paisaje.

Las comunidades de montes de ambas parroquias se unieron pocos meses después del desastre, en marzo de 2018, para devolver el verde a sus terrenos limítrofes a través de un parque forestal de 42 hectáreas -30 en Camos y 12 en Chandebrito-. El Concello promueve y financia la iniciativa, cuya primera fase rondaría los 200.000 euros. Las tres entidades pretenden eliminar el eucalipto, crear un "cinturón verde" con un bosque autóctono para proteger barrios, además de recuperar un antiguo molino, poner en valor varios petroglifos y habilitar zonas de recreo y miradores.

Las gestiones arrancaron entonces con la redacción del proyecto y las solicitudes de permisos a la Xunta. La Dirección Xeral de Patrimonio autorizó el proyecto y Medio Ambiente y Augas de Galicia también, pero el Concello asegura llevar más de un año pendiente de un informe de la Axencia Galega de Infraestructuras, que debe pronunciarse al encontrarse parte de los terrenos en el área de afección de la autopista AG-57.

Hoy se cumplen tres años desde aquella terrible noche y, mientras el gobierno municipal confía en que el departamento de la Xunta agilice su visto bueno al fin p ara poner en marcha las intervenciones, la comunidad de montes de Chandebrito prepara una pequeña conmemoración para este sábado con aforo limitado por la alerta sanitaria.